Alguaciles y pregoneros

Vamos a tratar de la figura de los oficiales del Ayuntamiento, esas personas que tuvieron como oficio el desempeño de un cargo público que ya hoy día se encuentra en el recuerdo de muchos vecinos del pueblo, que prácticamente está olvidado y que a más de uno llamó extraordinariamente la atención al haberlo visto ejerciendo su oficio, ya que no estaban acostumbrados a ver esa actuación al venir de la ciudad al pueblo, e incluso a algunos de sus habitantes jóvenes, y es la del pregonero y alguacil.

Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, en una primera acepción,
pregonero es el que publica o divulga una cosa que es ignorada, y en una segunda, que es el oficial público que en alta voz da los pregones, publica y hace notorio lo que se quiere hacer saber a todos. También para pregón se puede leer lo que pone y es promulgación o publicación que en voz alta se hace en los sitios públicos de una cosa que conviene que todos sepan, e incluso el discurso elogioso en que se anuncia al público la celebración de una festividad y se le incita a participar en ella.

Antiguamente esa figura se daba por todas partes, fueran ciudades, villas o aldeas y era una herramienta necesaria entre los comerciantes ambulantes que así anunciaban su paso y la mercancía de la que disponían; tuvo su auge a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, empezando luego a decaer para ir desapareciendo de las ciudades debido al tamaño de los edificios, otros modos de comunicación y maneras de hacer publicidad y en general el avance de la vida moderna. El oficio fue desaspareciendo en las grandes poblaciones de manera que se limitó a las zonas con núcleos de población más reducidos, especialmente a los rurales o a poblaciones pequeñas, y aunque es raro en estos tiempos, aún se conserva este oficio en algunos lugares como manera de dar a conocer aquellos acuerdos de carácter general y urgente que interesaban a todo el vecindario, así como para dar difusión a anuncios comerciales de carácter particular, pérdidas de objetos, etc. y por ejemplo en el pueblo segoviano de Martín Muñoz de las Posadas todavía se puede contemplar al pregonero.

Pregonero es palabra y oficio que tiene su origen en Roma y deriva de praeco, que era como se llamaba al pregonero, y es una contracción de la palabra compuesta de prae y de canto, es decir, "ir delante cantando", dejándose oír. Pregonero es, desde que la palabra existe, el que va delante cantando, el que por delante de persona o cosa va anunciando sus cualidades, bondades o excelencias acompañado con un canto monótono, sin gracia ni expresión al estilo de las salmodias que se oían en la parte de la liturgia de las horas en la que se rezan o cantan varios salmos.

Hubo tiempos en los que se encargaba a los pregoneros, por parte de personas particulares que nada tenían que ver con las autoridades que eran las responsables de su trabajo oficial, el pregonar cosas de interés general, y se les pagaba normalmente con una moneda de cuarto de vellón por hacer público el pregón, siendo el cuarto una moneda de cobre española cuyo valor era el de cuatro maravedís de vellón, y de ahí que cuando se decía a alguien alguna cosa y esa persona lo iba contando con indiscreción o malicia, de ahí nació la expresión DAR UN CUARTO AL PREGONERO, que significa que se hace público algo que debería haberse mantenido en secreto.

El pregón es la forma más antigua de publicidad y se entendía que todo lo que se pregonaba era "de interés general", ya fuera la llegada de un vendedor, la mercancía que traía y su calidad o si se trataba de algún edicto o bando de la autoridad, estaba convencido de que prestaba un servicio público necesario. Parte del arte del pregón residía en la manera de cantar, no solamente desde el punto de vista de la potencia de voz y de la entonación dada, ambas muy importantes, sino también desde el punto de vista de cautivación, pues el pregonero tenía que hacer seductor el contenido del pregón para atraer la atención del público.

El pregonero solía desempeñar oficios varios, como el de aguacil del Ayuntamiento, a veces hacía de sacristán, otras como relojero o campanero, el encargado de distribuir el agua por las distintas acequias, y en la mayoría de las ocasiones era pagado en especie por el Ayuntamiento, el cura, etc. En otras ocasiones muy poco dinero era suficiente para que dejara su labor cotidiana y recorriera el pueblo anunciando la visita de vendedores ambulantes, titiriteros, incendios, acontecimientos sociales como los nacimientos, bautizos, bodas y defunciones, aunque esto último siempre que no fuera el encargado del campanario con lo que al hacer sonar las campanas, ya que con determinados toques, de una sola vez se enteraba todo el pueblo (recordemos el típico toque a difuntos que a veces oímos en el pueblo).

En Moralzarzal, el pregonero era una persona que llamaba mucho la atención a toda la población en general y particularmente a la niños, y sobretodo a los que vinimos al pueblo como veraneantes y no conocíamos la figura de ese oficio. Era un espectáculo cuando salía por las calles a anunciar lo que se le pedía que pregonara, tanto si era de parte de la Alcaldía como si se le pedía por parte de algún particular para anunciar multitud de cosas. Haciendo sonar su trompetilla con el fin de llamar la atención, aquellos que la oían prestaban atentos el oido a su parrafada, la cual la decía acompañada con una melodía muy sencilla, pero que lograba que se le prestara atención.

Con un toque de cornetilla el pregonero conseguía que la gente asomase a las ventanas o saliera a la puerta de las casas mientras con potente voz les informaba de las novedades que había. Podía ser la venta de sardina fresca en la plaza o el cobro de la contribución del Estado. Solía dar un toque de corneta, esperaba unos segundos y comenzaba: "Se hace saber que han llegado sardinas frescas a la plaza ... ". Cuando el pregón era oficial daba tres toques de cornetilla y empezaba el pregón. "De orden del señor alcalde, se hace saber….."”.
Actualmente los pregones no tendrían sentido por el ruido de los vehículos, por la extensión de los núcleos urbanos, ... lo cual haría muy dificil el trasmitir la información de esa manera.

El cargo de alguacil llevaba consigo el de pregonero, pudiéndose ver lo que pone en el acta levantada con motivo de la sesión celebrada por el Ayuntamiento en el día veintitrés de agosto de 1902 que se conceden 15 días de permiso al alguacil Gregorio Morato Estévez por motivos de salud, sin descontarle nada, y el el acta de la sesión celebrada por el Ayuntamiento el día 27 de marzo de 1918 bajo la presidencia del Sr. alcalde D. Leoncio González González y los concejales Mariano Sanz, Ramón Sanz, Juan Ruiz, Celestino Sepúlveda, Manuel López, Hermenegildo Balandín y Melchor Antuñano, se dice que en vista del fallecimiento ocurrido ayer del alguacil Gregorio Morato Estévez, que ha desempeñado el oficio durante veintiocho años consecutivos, la Corporación acordó consignar en este acta su más sentido pésame por el fallecimiento de dicho empleado. Como el oficio de alguacil quedó vacante por este fallecimiento, en la sesión del siete de abril de ese mismo año y bajo la presidencia del mismo alcalde y concejales dichos en la anterior, se dijo que debido a la exigua dotación de los dos cargos, que los desempeñe la misma persona y habiendo ocho personas candidatas a ejercer dicho cargo, se procedió a discutir el nombramiento y habiendo distintas opiniones se llegó a hacer una votación, de manera que obtuvo cuatro votos Federico González González, tres Justo Balandín Prados y uno Ángel Estévez Taillet, tomando posesión del cargo en el día de hoy el ganador, firmando el acta todos los señores del Ayuntamiento y el secretario D. Maximino Sánchez Oñoro.

Por aquellos tiempos, hubo una persona que quiso ser alguacil y en el acta de la sesión celebrada por el Ayuntamiento en el día veinticinco de noviembre de 1905, consta la renuncia del encargado del lavadero municipal, Miguel González de la Rubia, que quiere ser alguacil y no se le concede, y además es guarda municipal.
En el acta de la junta celebrada en el Ayuntamiento el día siete de abril de 1918 , está escrito que se presentaron 8 personas para el cargo de alguacil y guarda local de montes y es elegido por votación Federico González González por 1,50 pesetas al día, desempeñando ambas funciones la misma persona. Federico tenía una fuerte cojera, según me dijo su sobrina Baldomera González Domínguez, pues Mariano, el padre de "Mera" (como es conocida Baldomera), era hermano de Federico. Además estuvo encargado de manejar la centralita de teléfonos que hubo en Moralzarzal, servicio que fue concedido a nuestro pueblo según se puede leer en el acta de fecha seis de agosto de 1910 y en ella también consta el que se instale por ahora la estación en la casa del Secretario del Ayuntamiento Maximino Sánchez Oñoro y sea él mismo el encargado del servicio, y al ser Federico empleado del Ayuntamiento y debido a que recibía órdenes directas del Sr. Secretario, de ahí que al cabo de un cierto tiempo, cuando ocupó el cargo de alguacil, se encargara de la centralita, que estuvo ubicada en la casa que hay en la plaza de la Constitución y hace esquina con la calle de La Peñuela.
Federico también hacía de consumero y zapatero, teniendo la zapatería en el pajarillo que todavía se puede ver en la calle Antón nº 3, que era donde vivía el padre de Federico, Antolín González Sepúlveda, y que ahora es donde vive Antolín González Domínguez, el que fue guardia municipal conocido por todos como "Tolín".

Cuando yo vine al pueblo por primera vez, en junio de 1951, el pregonero era Calixto Estévez Domínguez, que ya tenía 70 años, y también era el encargado de darle cuerda al reloj de la plaza, el célebre "Frascuelo", y después de Calixto siguieron como pregoneros Carlos González Sepúlveda y Lorenzo González Domínguez, alternándose estas dos personas en ese oficio de alguacil y pregonero, pues uno lo hacía un tiempo y otro lo hacía en otra temporada, aunque Lorenzo ejerció pocas veces de alguacil, lo hacía esporádicamente, pues principalmente ejercía de consumero, que era el empleado de consumos del Ayuntamiento, es decir, era el encargado de cobrar los impuestos municipales sobre los comestibles y otros géneros que se introducían en una población para venderlos o consumirlos en ella.

Calixto tiene dedicadas unas líneas en la obra de Luis Fernández Salcedo
Cuentos del Viejo Mayoral, diciendo de este pregonero que tenía el mote de El Goloso y que ese mote respondía a la rara habilidad para catar la miel de las colmenas usando una cañita hueca.

Seguidamente se puede ver una foto de Calixto, ese pregonero que muchos recordamos de cuando le veíamos y le oíamos anunciar el pregón con la trompetilla en ristre, dando el pregón en la calle de la Fuente.



Otros consumeros que hubo en el pueblo fueron Leandro Bernardos González y Matías, que además era pregonero, siendo Leandro conocido como el "tío ministrín", y lo mismo que hizo María Martín Redondo, que se encargaba de sacar de pasteo a los cerdos de los vecinos, Leandro también lo estuvo haciendo.

Recordando algunos pregones de Calixto que aún conservo en la memoria: empezaba con un toque de cornetilla y la movía como si no tuviera bien el pulso (parecido a los temblores del Parkinson) y las gentes se asomaban a las puertas de las casas de la plaza o nos parábamos para verle y oir el pregón mientras con su voz comenzaba a decir con su musiquilla : "Se hace sabeeeer .... todos los que quieran comprar pescado freeeesco ... que acudan a casa de la Juaaaana", siendo Juana Segovia Bordón la mujer que tenía la pescadería en la plaza de la Fragua junto a lo que hoy día es el bar "El Ladrillo". Cuando el pregón era oficial daba tres toques de cornetilla y empezaba el pregón. "De orden del señor alcaldeee ... se hace sabeeer ... que ya se pueden pagar las contribucioooones ...", o este otro "Se hace saber... que han llegado a la plaaaza ... gorrinos de Extremaduuuura ..." y este otro "ha llegado a la plaza un carro con meloooones ...", pero hay otro pregón que recuerdo de cuando se celebró en el "Salón de baile" (actualmente el Sorcas) el bautizo de una niña hija de veraneantes que nació el 28 de agosto de 1956 y que pregonaba : "de parte del señor Solaaano ... se invita al vecindario ... a rosquillas y limonaaaada en el salón de baaaaile ... se traigan vaaaaso.". Y las rosquillas las estuvieron haciendo durante varios días la mujer, hermanas y sobrinas del Sr. Solano.

Como recuerdo de ese oficio que se desempeñó durante muchos años en nuestro pueblo, se muestran a continuación las fotos donde se ve la cornetilla de uno de esos dos últimos pregoneros que hubo en Moralzarzal, Carlos González Sepúlveda y que gentilmente me cedió uno de sus nietos, Moisés Sanz González.


Y cerrando, en clave de humor, este apartado dedicado a dar cuenta de una de los oficios tradicionales del pueblo, he considerado oportuno exponer lo que sigue, y es una noticia aparecida en el periódico GRACIA Y JUSTICIA, que dice de sí mismo : órgano extremista del humorismo popular, publicado el día 12 de agosto de 1933 en la sección de la semana deportiva de los veraneantes, en la que a continuación de la noticia de la travesía de la laguna de Peñalara, pone el record batido por el pregonero de Moralzarzal, haciendo honor a su "humorismo", y como una imagen vale más que mil palabras, ahí va el recorte de la noticia.



Y es fácil pensar que Calixto era el pregonero que batió ese record de comer tortilla a base de "morapio", pues en esa fecha ejercía de pregonero, y recuerdo haberle visto sentado en el Almacén junto a uno de aquellos veladores que había de mármol con patas de hierro, tomando buenas "cañas" de vino para ayudarse a comer un sabroso tomate con sal, aunque en un capítulo de la obra de tauromaquía escrita por Luis Fernández Salcedo, "Cuentos del Viejo Mayoral", es mencionado como "Calixto el goloso".

Hasta ahora se ha comentado lo que era y hacía el pregonero anunciando todo tipo de mercancías, e incluso proclamaciones o edictos de la administración local que se hacen públicos, originariamente de modo oral, por orden superior, especialmente del alcalde, pues en muchos de los pregones se comenzaba diciendo "de orden del señor alcalde", pero la figura del alguacil se ve en documentos del Archivo Municipal del Ayuntamiento de Moralzarzal, en los que tratan de actas de reuniones del Concejo, y del siglo XVII se conservan bastantes, de modo que trataremos de ver la labor del alguacil en la vida del pueblo a través del desarrollo de su oficio en las reuniones del Concejo, y empezando con una de esas reuniones celebrada el "
postrero día de Pascua del Santísimo nacimiento de nuestro Señor Jesucristo que se cuenta en veinte y cinco días del mes de diciembre de mil y seiscientos y y seis años .." y se produjo el remate de la subasta de la taberna del Moral, viéndose lo que dice que primeramente se trujo en pregon la taberna del lugar del Moral para el año venidero de mil y seiscientos y siete sobre los cuarenta mil maravedís en que la tiene puesta Antón Esteban, es decir que se pregonó diciendo la cantidad de dinero que pujó el vecino Antón Esteban. Sigue el acta diciendo que ese mismo día también se subastó y remató la taberna del Zarzal, se trujo en pregón la taberna del lugar del Zarzal, que significa lo mismo, variando únicamente la cantidad y el nombre del licitador, y así mismo en este Concejo se pregonó la tienda de este dicho lugar con la del Zarzal sobre los diez mil maravedís en que la tiene puesta Alonso de Robledo.
En la subasta de la carnicería que tuvo lugar en la sesión del Concejo celebrada el día 18 de octubre de 1608 bajo la presidencia de los alcaldes Francisco Rubio y Juan Muñoz y con ellos otros muchos vecinos del lugar,
y así estando juntos en el dicho Concejo se trujo en pregón la carneceria del dicho lugar sobre la postura que tiene hecha Bartolomé Gómez vecino del dicho lugar, se ve que dice igualmente que se pregonó la carnicería.
Y así sucedía para otros temas, pregonando el alguacil el asunto a tratar, como por ejemplo ocurrió en el Concejo celebrado el día de San Sebastián, 20 de enero de 1609, tratando el tema de la subasta o postura de los regajos del Berrocal, que se ve que pone lo que se muestra seguidamente.


Que dice que
se trujeron en pregón los regajos del Berrocal sin los quiñones sobrados que aquellos se quedan a riesgo del Concejo por si había quien los arrendase la yerba y pasto de ellos y andando en el dicho pregón pareció Francisco Martín el mozo vecino de este lugar y dijo que ponía y puso la yerba de los dichos regajos ... , viéndose lo del pregón como otra muestra de los que hacían los alguaciles.
Ejemplo de pregonar los distintos temas tratados tenemos en el acta del remate del Robledillo del 15 de febrero de 1609, o de los regajos del Berrocal el 20 de febrero de ese mismo año, y también la subasta de la cobranza de los padrones del servicio real y alcabalas, o el tema del remate del Chaparral, del que se dice que
se pregonó en el dicho Concejo muchas veces por no haber mayor ponedor, y como se hacía en ese tiempo el hacer obras de caridad en determinadas festividades dándose pan, se ve que en el día dos de marzo de 1610 en este Concejo se pregonó el pan de la caridad de la Ascensión sobre la postura que tiene hecha Juan Robledo que es veinte y nueve cuartales de cada fanega y el dicho Juan Robledo pujó sobre si mismo un cuartal en cada fanega de manera que dará treinta cuartales de cada fanega, buen pan a contento de la Justicia de este lugar sobre lo cual anduvo en pregón y por no haber mayor ponedor se remató en el dicho Juan Robledo ..., o sea que Juan no quería que le quitaran hacer el pan y por eso pujó sobre lo que tenía pujado ya, dando más para llevarse la subasta. Y otro ejemplo de pregonar en las reuniones del Concejo lo tenemos en el remate de la herrería celebrado el 17 de mayo de 1610, que se ve en el acta que se pregonó y trujo en pregón la herrería de este dicho lugar para desde San Juan de junio de este año en un año sobre la postura que tiene puesta Sebastián Martín herrero y habiéndola pregonado muchas veces por no haber quien hiciese baja ni mejor postura se remató la dicha herrería en el dicho Sebastián Martín, y así se pregonó en ese mismo año la hierba de los linares del Concejo, y la yerba y siego de la dehesa para segarla de aquí al día de Santiago de este año, y la caridad de San Miguel.
Y siguiendo con más ejemplos de pregones de distintos temas tratados en las reuniones mantenidas por el Concejo vamos a ver la que dice la siguiente.
En el lugar del Moral día del Señor San Miguel que se cuentan veinte y nueve días del mes de septiembre de mil y seiscientos y once años y en presencia del escribano y los alcaldes Alonso Muñoz y Juan del Pozo y del procurador Mateo de Sepúlveda, con la asistencia de varios vecinos, se trataron diversos temas y entre ellos se pregonó el pan que sobró de la Caridad de San Miguel y así mismo la cera que sobró el dicho día de San Miguel.. y este es otro ejemplo de un diferente tema que se pregonó, siendo el que corresponde al pan que se daba en esa festividad y la cera de las velas que se daban por parte del Concejo a los vecinos que iban a misa en ese día de fiesta. Y el día seis de noviembre de 1611 se ve en el acta correspondiente que en este Concejo se trujo en pregón la meseguería del pan de la Navata sobre la postura que tiene hecha Martín Bravo, que es lo que se pagaba al guarda de las mieses de la zona de la Navata, y que se le adjudicó a Martín por no haber mayor licitador, y seguidamente se ve parte del acta de dicho día en donde consta la subasta de la meseguería.


Otros de los temas que se pregonaron durante 1612 fueron el de la subasta del prado de los Rincones, el de guarda de los Linares, el de sobreguarda o jefe de guardas de los de los panes y linos de los Linares, el de la renta de la sisa o impuesto que se cobraba sobre géneros comestibles, y que se hizo el día diez de septiembre de 1612 sobre la sisa del vino, aceite y vinagre desde primero de octubre de este año hasta que se cumpla un año, también de los oficios de carnicería y tabernas.
El día diez y seis de septiembre de 1612, en presencia del escribano Sebastián Martínez y de los alcaldes Francisco Rubio y Juan Mingo, y del procurador Antón Esteban y otros vecinos,
se trujo en pregón el dicho ensancho que tiene puesto el dicho Eugenio Martín y se dieron tres y cuatro pregones y no hubo quien pujase y por no haber mayor ponedor los dichos alcaldes y procurador mandaron rematar y se remató el dicho ensancho en el dicho Eugenio Martín en los dichos doscientos y cincuenta reales, el cual aceptó el remate y lo firmó, siendo ese ensancho el terreno que había junto al prado de Eugenio Martín que tiene junto al Zarzalejo y que se dice que estaba señalado e "hitado" por varios vecinos del pueblo y que tiene hecha postura Eugenio Martín en la cantidad en que se remató. Ese mismo día hizo postura Pedro Rubio sobre otro ensancho del Concejo que está junto a la Cerca del río que es propiedad de ese Pedro, ofreciendo este, 20 ducados, y se mandó se pregonara esa postura y al día siguiente, reunido el Concejo, se dieron tres y cuatro pregones y al no haber mejor licitador, el remate se hizo en el mismo Pedro Rubio, que aceptó el remate. Y en este año 1612 se pregonaron muchas cosas más, con lo que nos damos idea de lo que hacían los alguaciles como una de las tareas de su oficio como oficiales del Concejo.
En 1613 se pregonaron otras muchas cosas, como se hizo en el año 1612, y hay dos ocasiones que merece la pena exponerlas, como la del día 26 de junio de este año
se pregonó en este Concejo la yerba de las caceras de los linares del Concejo de este presente año para si había quien pujase y no hubo puja, siendo esas caceras o canales por donde se llevaba al agua del arroyo del Pez, como se puede ver en el asunto del pleito mantenido por Moral y Cerceda por el reparto de ese agua, pleito mantenido hasta que fue ganado por Moral en el año 1431, y en ese mismo año, en la sesión mantenida por el Concejo el día 21 de octubre en la que se trató el remate del monte en Bartolomé Gómez, estando los alcaldes Eugenio Martín y Sebastián Martín con el procurador Juan Herranz y unos cuantos vecinos y viendo la postura hecha por Bartolomé Gómez sobre leña de fresno y roble de los Linares y se ve en el acta y luego en continente en este dicho Concejo por voz de Domingo de Morales alguacil de este dicho Concejo se fue pregonando y apercibiendo el remate diciendo a quien puje en el dicho monte mas quien baje del dicho prometido y por no haber quien puje ni abaje mandaron que se remate y el dicho alguacil lo remató y dijo pues no hay quien puje ni abaje que el remate se haga al dicho Bartolomé Gómez, de que doy fe, y acaba el acta viéndose ante mí, y la firma del escribano Baltasar Martínez.
También el 1614 se pregonaron las tabernas del Moral y la del Zarzal, la tienda, la bellota del Ejido, la cera que sobró del día de San Miguel, la renta de la sisa, la carnicería, pastos de la Dehesa, la caridad de San Roque, el pan de la lleva del registro de la Corte, la caridad de la Ascensión, el oficio de la herrería, en fin muchas cosas, de manera que era una gran actividad la desarrollada por el Concejo y por lo tanto, trabajo para el alguacil.
En 1615 se pregonaron temas como los regajos del Berrocal, el de la fuente, el del Cabezo que linda con Manzanares y Becerril, lo que son los Praderones, el regajo del prado del Endrinal, el que va desde Navalvilloso al Endrinal que va a encontrarse con la línea de Cerceda y Manzanares, el pan de la caridad de San Sebastián, la panadería, la cobranza de los padrones, el pasto del Chaparral y el del Robledillo, el pan del Registro de la Corte, los oficios de las tabernas, tienda y carnicería, las sisas y resisas de vinos y vinagre, la alcabala del viento, que como vemos había trabajo para el alguacil que pregonaba todas estas cosas.
El 10 de abril de 1616 se pregonaron la alcabala del viento y los quiñones del Berrocal y la cobranza de los padrones del servicio real; el siete de agosto el arrendamiento de la dehesa para aprovechamiento del pasto y ramoneo, así como el ramoneo de los Linares en el día 24 de agosto; en septiembre las tiendas del lugar, las tabernas del Moral y del Zarzal y la carcnicería, la lleva del pan del registro de la Corte; el cocer el pan de la caridad de San Miguel se pregonó el día de San Mateo, y el día de San Lucas que es el 18 de octubre, se pregonó la renta de la sisa del vino.

En todas las subastas que se celebraban por el Concejo, siempre estaba presente el pregonero, que era el que pregonaba el objeto de la subasta, en estos casos dichos, las tabernas, y luego se esperaba por si había alguna persona que pujara más, y se daban por el alcalde dos palmadas, esperando un cierto tiempo por si se pujaba más, pero si no había mejor postura, daba la tercera palmada, lo cual quería decir que se remataba en la persona que hubiera hecho mejor postura, aunque en muy contadas veces las palmadas no las daba el alcalde sino una persona a la que se le concedía ese honor.
En la subasta de la obra de la ermita de la Ascensión, se ve en el acta correspondiente que tuvo lugar el día 27 del mes de agosto de 1782, celebrada bajo la presidencia del alcalde, el procurador síndico general, y del fiel de hechos (persona habilitada para ejercer funciones de escribano en los pueblos cuando no lo había), hizo postura Roque Cavallero, vecino de Guadarrama y maestro carpintero, que habiendo visto y reconocido la obra de la ermita, extramuros de la villa, dijo las condiciones que han de cumplir el maestro o maestros en quien rematase la obra, detallando los tipos de maderas y que estas y los demás materiales han de ser de su cuenta excluyendo las tejas, que serán a a cargo de la villa, y otras condiciones, como que el que se quede con la obra ha de pagar un jornal al que ha hecho la tasación de las maderas, que es el dicho Roque, y que se obliga a dar fianzas a satisfacción de los señores del Ayuntamiento, tasando los trabajos y material en 2800 reales de vellón.
Vista su postura se le admitió y se dijo que se ha de pagar por tercios, una parte al principio, otra a mitad de la obra y la tercera al final, y que ha de estar terminada a finales del mes de octubre próximo, y se llegó al mes siguiente en que se celebró la subasta, y en el acta va titulada como "Remate", la cual empieza así
en la villa de Moral Zarzal a primero de septtre. de mil settecos. ochentta y dos; por ante mi el Fiel de fhos. se junttaron en la sala Capitular del Ayunttmto. de ella, los señores Isidro Muñoz y Manuel Mrĩn. esttevan, alcaldes ordinarios, Luis de Segobia Rexidor y Manuel de la Ruvia Prc˜n Sindico gràl. y Claudio Molero Diputado del Comun, y otros capitulares y vecinos; para efecto de celebrar el rematte de la obra de la ermitta de la Ascensión con la solemnidad que requiere .., y sigue diciendo que concurrieron diferentes maestros carpinteros y enterados de la posttura antterior, la que fue leyda en altavoz; se empezaron a dar las Palmadas segun costumbre, por el Sor. Dn Jacintto de las Marinas y Baldes cura de estta Parroquial que sus Mr˜ds dhos señores le dieron las veces y haviendo dado las dos Palmadas se hizo la mejora de diez rs por Manl Gonzalez vecino de Cercedilla .. haciendo una mejora por parte de Roque Cavallero, y esperando un poco de tiempo y no haber mejoras, se dio la última palmada rematando en el mejor postor, Roque Cavallero, con lo que se ve escrito lo de las palmadas que se daban en las subastas.
Por poner ejemplos de esta acción de dar palmadas para rematar las subastas, se ve en distintas actas y otro ejemplo lo tenemos en la de la subasta del oficio de cartero para llevar las cartas a Guadarrama, subasta celebrada el día 31 de diciembre de 1816 en que hizo mejora el vecino del Moral Román Estévez, y dada por el Sr. Alcalde la primera palmada se esperó lo suficiente para dar las dos siguientes y rematar el oficio en el dicho vecino por 257 reales y medio, y hay muchas otras ocasiones en las subastas de la taberna y de otras cosas en el año 1819.
Seguidamente se muestra parte del acta donde se encuentra la subasta del vino de acuerdo a la circular de Intendencia de Madrid dirigida de los Srs. Directores Generales de Rentas comunicando la Real orden al Ministerio de Hacienda a los Srs. Justicia y Ayuntamiento de Moralzarzal, relativa a las subastas de los artículos que se permitía estuvieran estancados en las abacerías de los pueblos, y en el acta se dice que el alguacil pregonaba y el presidente de la sesión daba las palmadas correspondientes según se iban mejorando las pujas.


En el acta se ve que empieza
En la villa de MoralZarzal a treinta y uno de Eno de mil ochocientos diez y nueve los señores vocales de Ayuntam.to del margen consiguiente à lo acordado en veinte y uno del corr.te se constituyen en la Sala Consistorial de ella al efecto de subastar los cinco articulos, cuyo estanco está concedido a los pueblos p.r R.l orden de veinte y seis de Dicre proximo anterior inserta en la circular de la Intendencia de esta provincia de primeros del presente, a saver bino, binagre, Aguardiente, Aceite y carne , y se sigue diciendo Para que pueda arreglarse p.r el Ayuntam.to el precio à que ha de venderse el vino segun las alteraciones que este pueda tener en su primera compra respecto a que el corto numero de consumidores no puede motivar al abastecedor à hacer un acopio de consideracion que pudiera fixar el precio de ello por todo el año, se tendrá por presupuesto para el rendim.to de esta parte de abasto, que el Ayuntam.to dexara de utilidad liquida libre al proveedor cinco r.~ y veinte mar.~ en arroba de vino; despues de indemnizarle de veinte maravedies por transporte en arroba y legua de toda bodega donde se cargue, a excepcion de las quatro de Colmenar Viejo, Villanueva del Pardillo, Valdemorillo y Brunete que tendrá de abono quatro r.~ de conducción indistintam.te y sin abono de medida indiferencia de toda otra bodega donde se tendrá en consideracion el medio real de mojona, y el coste principal de compra que ha de acreditarse por testimonio. De todo lo que fueran enterados los concurrentes por mi el Srio. Se ve la palabra mojona, que ese el tributo que se pagaba por la medida del vino o de otra especie, pero veamos que sigue el acta diciendo A virtud de todo se hizo proposicion por Manuel Morato de este domicilio de dar cinco mil reales à beneficio de contribucion Real; Rafael Gonzalez ofrecio dos mil r.~ mas; cuya ultima propuesta se publico repetidas veces por Patricio Morales Alguacil mayor del Juzgado, y dio el S.or Alcalde Presidente dos palmadas con intervalo suficiente; y se mejoro por el Morato en un real; por el Gonzalez en otro; por Morato en diez y ocho; por Gonzalez en dos; por Pedro Fernandez Posada en cincuenta; por Morato hasta la de veinte mil y quinientos; por el Fernandez Posada un real mas, y por el Rafael Gonzalez hasta la cantidad de hasta veinte mil y seiscientos reales qe como todas las demas fueron anunciadas al publico por el dicho Alguacil; se apercivio el remate y repetida la publicacion de la ultima mejora por tres veces sin que resultase otra, se dio por dho S.r Juez la tercera y última palmada, quedando rematado el abasto del vino en el Rafael Gonz. de esta vecindad y por los veinte mil seiscientos reales de su ultima puja; quien hallandose presente acepta este remate obligandose à constituirse tal Proveedor y otorgar la Escritura afianzada del caso, si este acto mereciese la aprovacion del S.r Intend.te de provincia, firmandolo con quienes de los Señores de Just.a saven. Y siguen las firmas de Bernardo González, Francisco González, Antonio Pérez, Rafael González y la del secretario escribano que pone ante mí y su firma Josef González.
He puesto subrayado lo de las palmadas para apreciarlo mejor, y se ve que fue una subasta muy reñida y nos da la oportunidad de ver lo del anuncio por parte del alguacil y las palmadas dadas por el Sr. Juez, que era el presidente de la sesión, y asimismo se ve en las subastas de los otros artículos estancados antedichos, pudiéndose ver en la porción del acta expuesta, la parte donde se dice dar la tercera y última palmada por el juez.

En fechas más cercanas a nuestro tiempo, con motivo de la cosntrucción del lavadero municipal, se celebró una sesión en la Casa Consistorial el día 27 de septiembre de 1885 que tuvo como finalidad proceder a la subasta de las obras para su construcción, que estuvo presidida por el Sr. Alcalde D. Pascual Domínguez, y se leyó al pliego de condiciones que se hizo al afecto, de manera que una vez enterados los vecinos presentes, se procedió a admitir proposiciones y Francisco Morato Delgado cubrió la cuota, pero hubo otro cosntructor vecino del Moral, Escolástico Bermejo, que se comprometió a hacer el metro de mampostería por un céntimo menos del tipo marcado en el pliego de condiciones y así se produjeron varias pujas hechas por los distintos licitadores, y a la última de las tres palmadas dadas por el alcalde, se adjudicó el remate en Antonio González Pérez, portugués, que hizo la mejor postura y más ventajosa para el Ayuntamiento, el cual se hallaba presente y admitió el hacer las obras de acuerdo a lo estipulado en el pliego de condiciones, presentando como fiador a Basilio Sanz, que lo aceptó, de manera que se han expuesto varios ejemplos de sesiones se subastas celebradas por el Ayuntamiento, en distintas épocas, y en todas ellas se procedía a dar las palmadas para rematar la subasta.

Los alguaciles se nombraban dos cada año, uno por el Moral y otro por el Zarzal, se designaban en un acto celebrado por el Concejo que se denominaba "nombramiento de oficiales para el año ..", como se puede ver seguidamente, y también se nombraban dos alcaldes, procurador general y mayordomo del Concejo.


En 1607 se nombraron por alguaciles a Tomé Martín y a Lucas Rubio, y en 1608, el día treinta de noviembre, se nombraron alguaciles para el año siguiente, 1609, a los vecinos Bartolomé Sebastián y Juan Collado,
los cuales se aprobaron y nombraron por tales oficiales por el dicho Concejo para el año venidero de mil y seiscientos y nueve años y mandaron que los dichos oficiales hagan el juramento necesario y así lo acordaron en el dicho Concejo siendo testigos Juan Sebastián y Simón Martín de Uzendo escribano y Bartolomé Gómez vecinos del dicho lugar.
El 19 de diciembre de 1609, en presencia
de mi Sebastián Martínez escribano del Rey nuestro Señor y público de este dicho lugar y del alcalde Asenjo Martín y el procurador Juan Muñoz Cruzado, se nombraron por alguaciles del Concejo a Alonso Izquierdo y a Pedro Rubio el mozo, pero el día 28 de diciembre de ese mismo año hubo una rectificación y se ve en el acta en este Concejo se nombró por alguacil del Concejo en el barrio del Zarzal para el dicho año de seiscientos y diez a Miguel Torres y este sea en lugar de Pedro Rubio que estaba nombrado atento que el dicho Pedro Rubio tiene escusa por ser como es al presente Mayordomo de la Ascensión.
El día de San Andrés, 30 de noviembre, de 1610, hubo nombramiento de oficiales para el año 1611 y fueron designados alguaciles del Concejo, Francisco Martín el mozo y Francisco Herranz Tejedor, siendo nombrados alcaldes del Moral, Francisco Rubio y del Zarzal, Juan Muñoz, y se ve en el acta que
mandaron y acordaron sean compelidos a que lo sirvan, les obligaron a servir dicho cargo.
El día trece de diciembre de 1610, día de Santa Lucía, hubo nombramiento de alcaldes y alguacil, y se dice que habiéndose nombrado por alcaldes para el año venidero de 1611 a
Francisco Rubio y a Juan Muñoz del Zarzal, los cuales se han escusado diciendo que no han pasado tres años de hueco y otras causas y han traido mandamiento para no lo ser, que nombren otros atento a lo cual ahora de nuevo dijeron que nombraban y nombraron por oficiales para el dicho año de seiscientos y once a las personas siguientes, y nombraron para alcaldes a Francisco Herranz el viejo y a Juan Crespo del Zarzal y por alguacil, en lugar de Francisco Herranz, del Zarzal, a Pedro Lozano, del Zarzal, y en lo tocante a los otros oficiales se quedan los que estaban nombrados, pero no quedó ahí la cosa puesto que hubo problemas con el alcalde y el alguacil de manera que el último día de ese año, el Concejo hizo un nuevo nombramiento de alcalde y alguacil, y dice el acta que por cuanto Francisco Herranz el viejo, vecino de este dicho lugar, por sentencia en su favor dada se escusa y le dan por escusado de ser alcalde para el año que viene de seiscientos y diez y porque conviene que se nombre otro alcalde en su lugar por evitar pleitos costas y gastos que en ello se puedan seguir ahora de nuevo se acordó en el dicho Concejo que se nombre otro alcalde y otro por alguacil en lugar de Francisco Martín el cual nombramiento se hizo en las personas siguientes, y se nombró por alcalde, en lugar de Francisco Herranz para el año de seiscientos y once a Alonso Muñoz, y por alguacil del Concejo, en lugar de Francisco Martín a Juan Herranz el mozo, mandándose que los nombrados sean compelidos a que acepten los oficios, y así lo acordaron y lo firmaron.
Como todos los años, en 1611 se nombraron oficiales para el año de 1612 y fueron nombrados como alcaldes Francisco Rubio y Juan de Antón Muñoz, y como alguaciles del Concejo fueron nombrados Roque Mingo y Juan del Pozo, que como siempre fueron compelidos a que aceptaran su oficio, lo cual tuvo lugar el día de San Andrés, pero como había el problema de que Juan de Antón estaba nombrado como arrendador de las sisas, se escusó y se nombró a uno del barrio del Zarzal, Juan Torres y así mismo se escusó el alguacil Roque Mingo por ser el cobrador de la alcabala del viento, el impuesto que pagaban los mercaderes forasteros por las ventas que hacían en el pueblo, y se nombró a Domingo Arroyo.
Seguidamente se muestra la parte del acta de ese día nueve de diciembre de mil seiscientos once, donde se puede leer lo dicho del nombramiento de alcalde y alguacil sustituyendo a los nombrados anteriormente.


Pero Juan Torres se volvió a escusar alegando que no habían pasado tres años desde que fue alcalde, viéndose en el acta lo que dice
que fue alcalde el año de mil seiscientos y diez atento lo cual se nombró por alcalde en lugar del dicho Juan Torres para el dicho año de seiscientos y doce a Juan Mingo vecino de este dicho lugar morador en el Zarzal. El nombramiento se aprobó y lo dio por bueno el Concejo y se mandó sea compelido a que lo acepte y que haga el juramento necesario, firmando el acta los que sabían firmar, y se ven las firmas de Miguel Esteban, Alonso Millán, Bartolomé Gómez y la del escribano Sebastián Martínez.
En 1613 era alguacil del Concejo Domingo de Morales como se ha visto en líneas arriba donde se exponen pregones que dio este oficial.
En el día quince del mes de diciembre de 1613, reunido el Concejo
en presencia de mi el escribano y testigos de yuso escritos se juntaron en Concejo público a voz de campana tañida como lo han de uso y costumbre de se juntar, y presididos por los alcaldes Eugenio Martín y Sebastián Martín, y con ellos el procurador general Juan Herranz y vecinos del lugar, y luego en continente en el dicho Concejo habiéndose apartado los alcaldes, procurador y diputados del dicho Concejo, se nombraron por oficiales para el año venidero de mil y seiscientos y catorce de alcaldes y procurador y oficiales que se suelen y acostumbran nombrar y así juntos y apartados dentro de la casa de Concejo nombraron las personas siguientes, y por alcaldes fueron nombrados Juan Muñoz Cruzado del Moral y Juan Crespo del Zarzal, y como alguaciles Bartolomé Mingo y Juan Barroso.
En el día de San Miguel del año 1614, en presencia de los alcaldes Juan Muñoz Cruzado y Juan Crespo y del procurador Bartolomé Gómez, que presidían el Concejo, se nombraron alcaldes, procurador y mayordomo del Concejo y por alguaciles se eligieron a Francisco Martín el mozo y a Luis Martín. Pero el último día de ese año
en el dicho Concejo se nombró por alguacil del Concejo de este lugar para el dicho año de mil seiscientos y quince años en lugar de Francisco Martín a Llorente la Parra vecino del dicho lugar que es suficiente para ello el cual mandaron sea compelido a que acepte el dicho oficio y haga el juramento, pues había hecho postura de la alcabala del viento para 1615 ese mismo día 31 de diciembre de 1614, y dijo que nombraran otro alguacil en su lugar, lo cual se debe pregonar y se pregonó, y su postura sobre la alcabala fue aceptada. Y surgió un problema con Llorente la Parra de manera que en el Concejo celebrado el día seis de enero de 1615, se lee en el acta primeramente en este Concejo se nombró por alguacil de este dicho lugar a Pedro Mingo vecino del dicho lugar para que sirva el dicho oficio este presente año de la fecha en lugar de Llorente la Parra que estaba nombrado y se exime por tener una demanda de la iglesia y por ser repartidor de los padrones del servicio y alcabalas de este dicho lugar al presente, de manera que había veces, como se ha visto a lo largo de estos años, en que se hacían nombramientos sin tener en cuenta los oficios que desempeñaban los vecinos que se nombraban para oficiales del Concejo, y otra vez ocurre de manera que en la sesión del Concejo que se celebró el ocho de enero se nombró por alguacil en lugar de Pedro Mingo al vecino Bartolomé Mingo, puesto que Pedro Mingo tenía hecha postura en la panadería y le dispensaron de alguacil.
Y el día de San Andrés del año 1615 se nombraron los oficiales del Concejo para 1616 y los alguaciles fueron Juan Esteban de la Parra el mozo y Pedro Martín el mozo, siendo nombrados para alcaldes Francisco Rubio y Juan Herranz el viejo, y hubo su rectificación puesto que en el Concejo del día 28 de diciembre de ese año se nombró por alguacil del barrio del Zarzal en lugar de Juan Esteban el mozo, al tener rematada la taberna, a Juan Esteban el mozo yerno de Francisco Rubio.
Benito Uzendo y Juan Pascual fueron nombrados alguaciles del Concejo para el año 1621 en la sesión celebrada el día 29 de noviembre de 1620 y en ella se leyó su nombramiento, que fue aprobado por todos los presentes. y a los alguaciles, como oficiales del Concejo, se les hacía entrega de las "prisiones", y como ejemplo tenemos las herramientas y utensilios entregados al antedicho alguacil Benito Uzendo, una cadena con su candado y llave, cinco "ropeas de hierro" (herropeas o trabas de los presos), cuatro con chavetas y la otra sin ella, dos pares de grillos,
las cuales dichas prisiones se entregaron a Benito Uzendo alguacil del Concejo de este dicho lugar el cual las recibió y ha de dar cuenta de ellas y si se perdieren las ha de pagar. Entregadas por los alcaldes Juan Herranz Juan de Antón Muñoz y Juan Domínguez procurador general en el dicho lugar.
En 1621, el día de San Andrés se celebró el Concejo y se eligieron como alcaldes Bartolomé Gómez y Juan del Pozo, siendo nombrado procurador Juan Herranz el mozo, por mayordomo del Concejo Roque Mingo y por alguaciles se nombraron a Francisco Gómez y a Alonso Barroso, todos para el año 1622, pero el día dos de enero de 1622, estando en Concejo público y presentes los alcaldes y el procurador general, acordaron que el alguacil que fue nombrado, Francisco Gómez, sirva de alguacil del Zarzal y en su lugar sea nombrado Juan de Montalvo, vecino del Moral, que es persona idónea para ello, el cual estando presente, le mandaron que lo acepte y dijo que no lo podía aceptar y le llevaron preso a la cárcel pública, no habiendo nombramiento de otro alguacil y como estaba hecho el nombramiento de Alonso Barroso para este presente año, vecino de este lugar, así lo ordenaron y mandaron, mas el día nueve de ese mes de enero estando juntos en Concejo público Bartolomé Gómez y Juan del Pozo, alcaldes, y Juan Herranz y Juan de Antón Muñoz alcaldes que fueron el pasado año, en razón de los mandamientos que para ello tienen de la Justicia de la villa de Manzanares, nombraron por alguacil del Concejo en este lugar del Moral para el presente año de mil seiscientos y veintidos a Eugenio Martín, vecino del Moral, al cual mandaron sea compelido (obligado por autoridad) a que lo acepte, de manera que ya se tenía alguacil del Moral y del Zarzal.
Nombrado Francisco Gómez alguacil del Zarzal, se le notificó seguidamente su oficio y le mandaron lo cumpla, que aceptándolo lo tuvo por bien y lo juró mirando "el servicio de Dios y bien de la república" como se puede ver en la parte del acta que se muestra.


El día siete de febrero de ese 1622, en presencia del escribano y de testigos como Bartolomé Gómez y Juan del Pozo, vecinos y alcaldes, y de Juan Herranz el mozo, procurador general,
entregaron a Eugenio Martín vecino y alguacil en el dicho lugar este dicho año las prisiones que adelante irán declaradas para el sevicio de la cárcel puca del dicho lugar las cuales son las sigtes, y se mencionan los útiles que le entregaron, que son primeramente una cadena de hierro grande y gorda con su candado y llave buena --
- ytem cincopares de arropeas las cuatro con sus chavetas y la una quebrada y sin chaveta --
- ytem un par de grillos buenos con su chaveta y enteros lo que an menester --
mas un par de grillos buenos con su chaveta que tiene y rresciuio franco gomez alguazil que al presente es en el Çarçal este dho año para el seruicio del Çarçal y carcel --
Las quales dhas prisiones arriba conthenidas los dhos Eugenio martin y franco gomez rresciuieron segun y como dho es cada uno lo que ba declarado de los dhos alcaldes y se dieron por entregados en ellas y se obligaron como tales alguaziles de dar quenta dellas cada que se les pidan so pena de lo pagar por sus personas y uienes y ansi lo otorgaron siendo testigos
, y se dicen como testigos a Juan de Antón Muñoz, Miguel Esteban y Francisco Martín sastre, vecinos del lugar.

Las fechas en las que se celebraba la reunión de los vecinos junto con los alcaldes y procurador que gobernaban Moral y Zarzal, solían ser hacia el último periodo del año, alrededor de la festividad de San Andrés, que se celebra el día 30 de noviembre, en que se nombraban para el siguiente año los oficiales del Concejo, que eran dos alcaldes, un procurador, dos alguaciles, un mayordomo del Concejo y se solía nombrar también al alcalde de la Hermandad, y cuando por cualquier circunstancia no se podía celebrar ese día de San Andrés, se hacía en los primeros días del mes de diciembre, como por ejemplo en 1607 tuvo lugar el dos de diciembre, o el día 19 en el año 1609, y vemos algún otro año como en 1628 en que tuvo lugar el ocho de ese mes, nombrándose los oficiales antedichos, y en 1607 fueron nombrados alcaldes Francisco Rubio y Juan Muñoz del Zarzal, procurador Eugenio Martín, mayordomo del Concejo Juan Moreno el mozo y alguaciles Tomé Martín y Lucas Rubio. En 1628 se reunió el Concejo el día ocho de diciembre bajo la presidencia del alcalde Antón Muñoz y de Bartolomé Gómez, procurador general, y se nombraron para el siguiente año de 1629 por alcaldes a Sebastián Montero y a Francisco Gómez, por procurador a Cristóbal Uzendo, por mayordomo a Juan Montero, por alguaciles a Marcos de Lázaro y a Juan de Hacinas, y por alcalde de la Hermandad a Juan de Antón Muñoz.
A veces resulta muy trabajoso el transcribir los datos reflejados en las actas de esas reuniones, y por poner un ejemplo valga de muestra la correspondiente a la celebrada el día de San Andrés de 1612, que se muestra seguidamente y que recoge el nombramientos de alcaldes, alguaciles y demás oficiales del Concejo, viéndose parte del acta correspondiente a la reunión, que se muestra seguidamente, y en la que se dice que en el dicho día estando en el dicho Concejo el alcalde Juan Mingo y el procurador Antón Esteban junto con algunos vecinos como Juan Rubio, Juan González y Juan Crespo para nombrar oficiales para el año que viene de seiscientos trece, y así juntos nombraron por alcaldes a Eugenio Martín y a Sebastián Martín, y procurador Bartolomé Gómez, alguaciles a Domingo Morales y en el Zarzal a Juan Montero, y mayordomo del Concejo a Pablo Martín, y siguen las firmas de Eugenio Martín, Miguel Esteban y Francisco Serrano.



En la página de este sitio web donde se habla de que el pueblo de Moral Zarzal fue nombrada villa en 1636, se hace mención de la elección de dos alguaciles, uno por cada barrio, el correspondiente al del Moral y el otro correspondiente al barrio del Zarzal, y también de dos alcaldes como se ha expuesto líneas arriba hablando de la sesión del Concejo habida el día de San Andrés de 1615 para elección de oficiales del Concejo, y hubo sus problemas de celo al nombrar unos vecinos al alcalde del otro barrio, como se va a exponer en lo que sigue a continuación, y es de la sesión celebrada a finales de 1615 de donde vamos a sacar información, empezando por el acta correspondiente que tituló el escribano como "
qo que se hizo Postrero dia de Pasqua", y comienza como todas las sesiones del Concejo diciendo En el lugar el moral a veintε ξ ocho dias del mes de diziembre de mill ξ seisçientos quinze años en presencia de mi el presente scriuano se juntaron εn qo Publico a boz de canpana tañida segun lo tienen de costunbre Miguel esteban ξ Juan de anton Muñoz alld`s εn el dho lugar ξ Anton esteban Procurador ξ frnico rruuio Juan moreno Juan garçia εl uiejo frnico herranz εl uiejo .. y se siguen diciendo nombres de vecinos presentes en la reunión, acabando este principio del acta diciendo ξ otros vezinos del dho lugar ξ estando juntos εn el dho qo se hizo lo sigie. Y continúa el acta dando información de temas tratados como el remate de la taberna del Moral, el de la tienda, el de las alcabalas del viento y se ve el que siguió, el del nombramiento de alcalde en lugar de Francisco Rubio, que dice otro si εn este qo se acordo que por cuanto tiniendo nombrados por alld˜s para el año venidero de mill ξ seincientos ξ diez ξ seis a Francisco Rubio ξ a Juan Herranz el uiejo que biben εn este lugar Del Moral y hauiendolos nombrado, los vecinos del barrio del Zarzal se agrauian que no a lugar εl dho nombramio de anuos alld˜s en el moral ξ mostraron ξ rrequirieron con un auto proueido por la Justa de la uilla de mançanares εn el año de mill ξ seiscientos ξ quatro εn que manda que se nonbre un alld˜ εn el Varrio del çarzal como es costunbre ξ por que a hecho dho Juan Herranz ξ no le a ffc frnico rruuio ξ lo tiene puesto a pleito acordaron que εn lugar de frnico rruuio que quede rreseruado Se nombre otro alld˜ εn el Varrio del Çarzal ξ nonbraron para ello por alld˜ Del Varrio del Çarzal A Juan moreno morador εn el dho barrio del Zarzal εl qual quedo nombrado por tal alld˜ ξ mandaron que faga εl juramento necesario ξ ansi se acordo enl dho qo siendo tos Pedro rruuio y Juan herranz εl mo Vzos del dho lugar ξ lo firmaron los que sauian ξ por los demas un to, y siguen las firmas de varios vecinos que estaban presentes y la del escribano Sebastián Martínez como colofón de este acta, exponiéndose seguidamente la parte del acta en la que está escrito lo dicho últimamente.


De manera que se ven las quejas de sentirse agraviados por haber nombrado los vecinos del barrio del Moral al alcalde del Zarzal, y que viven los dos alcaldes en el barrio del Moral, apelando a un auto de 1604 en el que se recoge la actuación del procedimiento judicial que establecía que se nombrara a un alcalde del Zarzal.

Pasaron los años del siglo XVII y se siguieron nombrando alguaciles del pueblo, como vemos en el acta de la sesión mantenida por el Concejo de la villa de Moral Zarzal (ya era villa), del treinta de noviembre de 1678, en la que estando como presidentes los alcaldes ordinarios Francisco Muñoz y Custodio Viñadero junto con los regidores Miguel Rubio el mayor y Pedro Mingo y el procurador general Simón del Álamo, se nombraron alguaciles ordinarios para el año siguiente, 1679, a Alonso del Prado y a Juan Martín el molinero, a los cuales mandaron sus mercedes, los alcaldes y regidores, que lo cumplan y juren el cumplimiento del oficio bajo pena de prisión. A esos alguaciles les entregaron el día 18 de enero de 1679 los utensilios de prisiones como se ha visto en líneas anteriores de los años 1620 y 1622.
Y en el acta de la reunión mantenida por el Concejo el día 30 de noviembre de 1680 se juntaron vecinos con los alcaldes ordinarios Juan Torres y Alonso Muñoz, los regidores Francisco Alinas y Sebastián Martín mas el procurador general Juan de Pablo y nombraron por alguaciles ordinarios para 1681 a los vecinos Agustín Redondo y Esteban Gómez, a los cuales sus mercedes mandan acepten y juren bajo pena de 10.000 maravedís y las demás penas impuestas por derecho, mandándolo sus mercedes y firmándolo el que sabía, de modo que estaba penado el incumplimiento de ejercer el oficio de alguacil, como se ha visto.
Así siguen cada año nombrándose alguaciles en el pueblo de Moral Zarzal, y nos encontramos un hecho muy natural de esta vida y es lo que vamos a exponer seguidamente, aparte de ver que la elección de alguaciles se seguía celebrando siempre que se podía el 30 del mes de noviembre, y vemos en el acta siguiente
En la villa del Moral Çarçal en treintta días del mes de nobiembre de mill y seiscientos y ochentta y un años, sus mercedes de Pedro de Arredondo y Francisco Martín Alcaldes hordinarios, Franco Callejo y Po Mingo rejidores y Miguel Rubio el mozo procurador general, todos Justicia y Regimientto en esta dha villa Se juntaron a nombrar alguaciles para el año que biene de mill y seiscienttos y ochentta y dos años según el fuero, uso y costumbre y todos junttos de un acuerdo y parecer nombraron a los siguienttes = a Juan de guemes y a Domingo Dominguez. A los cuales mandaron sus mercedes acepten y juren pena de prison. y las mas inplantadas pr derecho y lo firmaron de sus mercedes los que supieron de que yo el ssno certifico = se ven las firmas de Pedro Arredondo, Pedro Mingo, Miguel Rubio y Antón Muñoz.
Pero el hecho natural antedicho viene en el acta de unos días más tarde y se ve escrito
En la villa del Moral Çarçal en veintte y cinco dias del mes de dize de mil y seiscienttos y ochentta y un años. Sus mercedes de Pedro de Arredondo y Franco Martín Alcaldes hordinarios, Franco Callejo y Po. Mingo rejidores y Miguel Rubio el mozo procurador en esta dha villa, estando y abiendo visto que Jo de Guemes Vzo. que fue de esta villa es muertto y passado de esta vida = a el qual se le abia nombrado pr alguacil hordinario en ella = en su defecto nombraron sus mercedes pr tal alguacil para el año que biene de ochentta y dos A Gregorio de Barnechea y se le mandan lo acepte, Pena de prission = y lo firmaron de sus mercedes los que supieron de lo qual yo el ssno del ayunttamiento certifico =.
Siguen las firmas de Pedro de Arredondo y Miguel Rubio, y se ve el hecho natural dicho, que murió el vecino que había sido nombrado por alguacil y no hubo más remedio que elegir otro en su lugar.
Continuaron los nombramientos de alguaciles en los años siguientes, todas las reuniones celebradas el día 30 de noviembre de cada año, pero en 1687 tuvo lugar el día siete de de abril, en que los alcaldes ordinarios Juan Uzendo y Mateo Rubio junto con los regidores Simón del Álamo y Pedro de Torres y el procurador general Antonio Muñoz en esta villa, se juntaron para nombrar alguacil menor por "fin y muerte de Juan Grande ya difunto" y de conformidad nombraron por alguacil para este presente año de 1687 a Pedro de Plaza al cual
mandaron sus mercedes lo acepte y jure el dicho oficio, pena de prisión y embargo de bienes y lo mandaron y firmaron sus mercedes el que supo de que certifico , viéndose las firmas de Matheo Rubio, Simón del Álamo y la del escribano Thomas Rodríguez.
Normalmente se nombraban los alguaciles, como se ha venido diciendo a lo largo de estas líneas, el día de San Andrés, y a los dos meses aproximadamente se les hacía entrega de las herramientas y utensilios de la cárcel en el acto que se recoge en las actas como "entrego de prisiones", y consistía en que los alguaciles del año anterior les pasaban el cepo, las cadenas, grillos, candados y herropeas a los que eran nombrados como alguaciles para el presente año, todo en presencia de los cargos del Ayuntamiento, alcaldes, regidores y procurador y vecinos reunidos ex profeso para ese acto.
A veces no se nombraban en el dicho día de San Andrés, y valga como ejemplo lo visto en el acta de elección de dichos alguaciles en el año 1692, parte del acta que se muestra seguidamente para que el lector vea lo que pone.


Y que dice
En la Va del Moral ÇarÇal en beinte y ocho del mes de diziembre de mill seiscientos y nobenta y dos años por ante mi el SSno de fechos Se juntaron sus mercedes de Simon del alamo y Pedro torres alcaldes ordinarios Custodio biñadero y Francisco Esteban regidores y Francisco Callejo procurador general Justizia y Regimiento se juntaron para nombrar alguaziles del Conzejo para el año que biene de mill y seiscientos y nobenta y tres y abiendolo mirado y conferido ecuanimes y conformes nombraron a Juan del Pozo y Benito Fernandez a los quales mandaron sus mercedes azeten el oficio y juren pena de prisión hejecuzion y costas asi lo mandaron y firmaron de sus mercedes el que supo de que certifico = y lo firmo = , y se ven las firmas de Simón del Álamo, Custodio Viñadero, Francisco Esteban y la del escribano Domingo Blasco.

Del siglo XVIII tenemos datos como el acta de la elección de alguaciles del Concejo de esta villa del Moral Zarzal para el año de 1722, en la que se puede leer que
en la via del Moral Zarzal a treinta y un días del mes de Dizre año de mill Settezs Veinte y uno ante mi el essno se junttaron los Sres Matheo Serrano y Juan Herranz Alcaldes hordins Migl Rubio y Juan Fernandez Rexres y Pedro Muñoz Procurador Justizia y Reximto de dha via para efecto de hacer Nombramto de Alguaziles de Conzejo de ella Para el Año Sigte de mill Settezos y veintte y dos y haviendo tenido su acuerdo y deliberazon segun combiene de un acuerdo y parezer nombraron &aesdrujula; Manuel Serrano y Patrizio Marron Vezos desta va y en esta forma hizieron dho Nombramto y lo firmaron los que supieron de que doy fee, y se ven las firmas de Juan Herranz, Pedro Muñoz, Juan Fernández y la del escribano Manuel Carrasco.
Y entre las actas hay un documento de cierta importancia en el que el Duque del Infantado y Marqués de Santillana D. Juan de Dios Silva y Mendoza, en el año 1721, nombra al alcalde del Moral Zarzal, Manuel Serrano, como Alguacil Mayor de la villa de Moral Zarzal en el día 29 de diciembre de 1721 para el año 1722, y seguidamente se muestra dicho documento, que comienza diciendo que "Confiando de la fidelidad e inteligencia de Vos Manuel Serrano, por la presente os nombro y proveo por Alguacil Mayor de mi Villa del Moral Zarzal para el año que viene de mil setecientos veinte y dos menos lo que fuere mi voluntad, y mando al Concejo, Justicia y Regimiento oficiales y hombres buenos de ella que presentado hoy con esta mi provisión en su Ayuntamiento ...", y continúa diciendo que le tengan por tal Alguacil Mayor y que le guarden todas las honras y prebendas que le deben guardar, acabando el documento diciendo que se da en Madrid a 22 de diciembre de 1721.


Y en 1766 se ve un acta con la súplica que hace un vecino del pueblo a la Sra. Duquesa del Infantado, a la sazón María Francisca de Silva Hurtado de Mendoza dirigiéndose a ella como
Excelentísima Señora y diciendo que es Francisco Ramírez, vecino de la villa del Moral Zarzal en el Real de Manzanares, y sigue diciendo "que habiéndole nombrado su Justicia por Alguacil mayor de aquella su villa, no puede cumplir con dicho oficio a causa de ser un pobre jornalero y tener que mantener con su corto trabajo a su mujer y cinco hijos que tiene y además haber servido el suplicamiento por dos veces el oficio de alguacil menor de aquella villa. Por cuyo motivo y ser mayordomo de San Roque Suplica a Vuestra Excelencia encarecidamente se mande a la Justicia de dicha su villa del Moral Zarzal que al suplicante se le quite del citado empleo de Alguacil mayor mediante rozando condena para la manutención de su mujer y familia que el corto jornal que puede ganar con su trabajo el suplicante pues debe eximirle el dicho oficio. Cuya gracia, merced y virtud espera de V. E. alcanzar como justicia caritatiba con sus pobres vasallos, cuya vida ruega a Dios guie muchos y felices años como desea y el suplicante ha de menester.
Y esa carta de suplicatorio de Francisco Ramírez en la que expone sus razones para que sea desestimado su nombramiento de Alguacil Mayor del Moral Zarzal, tuvo buena acogida por parte de la Señora Duquesa del Infantado, como se ve en la contestación dada y fechada el día 15 de enero de 1766 en la que le exonera, eximiéndole del oficio para el que fue nombrado, y se ve en la parte del acta que se muestra a continuación.


Vistos y examinados los motivos que expone el suplicante y habiendo otro vecino que pueda encargarse de ese oficio de Alguacil Mayor, se le exonera de ese encargo, como se ve en la respuesta a la súplica.

Y aquí acaba esta página de este sitio web de conocermoralzarzal.es, en la que he pretendido dar un poco de luz a la labor de esos vecinos del pueblo que hicieron el oficio de alguaciles y dieron sus pregones, ampliando los datos de la historia de nuestro Moralzarzal.


bibliografía : Archivo Municipal de Moralzarzal - libros de actas

© 2006 - Antonio López Hurtado