La Cartería en Moralzarzal

Aunque desde tiempos remotos ha existido el mandar mensajes de unos a otros, la cartería con remisión de mensajes escritos era desempeñada por las personas que ejercían el oficio de cartero, según el criterio actual, fue creado en el siglo XVIII, es decir el empleo de los individuos cuya profesión consiste en repartir las cartas, correspondencia oficial y otros envíos, pero fundamentalmente era el envío de los papeles escritos por personas para comunicarse con otras, habiendo variado a lo largo del tiempo el modo de desempeñar ese oficio con la ayuda de los adelantos de la época de la industrialización y el desarrollo de la tecnología, así que el concepto de correo que tenemos hoy día podemos decir que es moderno, pues el uso universalizado no tiene más de tres siglos de existencia, y no llega a uno con la eficacia y la diversidad de servicios que hay en la actualidad, pero demos un repaso a la historia del pueblo para ver la evolución de la cartería en Moralzarzal.

Antiguamente el oficio de cartero se subastaba, como podemos comprobar en documentos del Archivo municipal de Moralzarzal en los que se nos da información de lo dicho, y los hay desde los primeros años del siglo XIX. Otro dato encontrado es el de que así como en más de la primera mitad del siglo XX la correspondencia se llevaba a la estación del ferrocarril de Villalba, llamada Estación de Villalba del Guadarrama, antiguamente consta, en la documentación consultada, que se llevaba al pueblo de Guadarrama como punto de distribución y también se recogía allí, tanto la correspondencia oficial como la particular, pero veamos la información contenida en algunos de esos documentos que han llegado a nuestros días y que nos acercan al conocimiento de la historia del Moral, exponiéndolos cronológicamente.

Del año 1809 existe un documento que se encabeza con Cartero y dice Remate por Servidumbre del cartero para el correo segun costumbre en Thoribio Belayos en Doscientos ochenta y seis r.s v.n no lo firmo por no saver a su ruego lo hizo un tgo = y se ve la firma de Ambrosio Albariño.
Toribio Belaios era natural de un pueblo de Segovia llamado Encinilla, y según consta en los documentos del Archivo parroquial, perteneciente al obispado de Ávila, y se casó en Moral, siendo viudo de Ángela García, con la "cebollera" Jacinta Alonso López en mayo de 1806, siendo ésta vecina de Moral desde pequeña, pero nacida en Alpedrete, y el testigo Ambrosio Albariño Cubillo era de Becerril de la Sierra pero vecino de nuestro pueblo.

Cinco años más tarde se celebró la subasta para el oficio de cartero y según se ve en otro documento del Archivo municipal que dice "Remate de cartero" y pone : En la Villa del Moral-Zarzal á veinte y seis de Diciembre de mil ochocientos catorce los S.es del Ayuntamiento, en la sala de el mandaron publicar el transporte de cartas desde este Pueblo al de Guadarrama todos los Domingos del año proximo de mil ochocientos quince; vajo el premio de un quarto en carta por llebarla, y otro por repartirla; y oyda la propuesta de doscientos y cincuenta r.s por Saturnino Solis de esta vecindad, fue admitida y no haviendo mejoras se dio el remate en el dho. Solis por la expresada cantidad de su propuesta: acepto el Remate y lo firma con el S.r Alc.de Presidente.
Aparecen las firmas de Santos Molero, que era el Alcalde, Francisco González, el rematante Saturnino Solís y el secretario Josef González, mostrándose seguidamente parte de dicho documento con la parte final y las firmas.

firmas


Siguieron los años y se efectuaron subastas para la adjudicación del trabajo de la realización de tareas de cartería, y en el año 1816 el mejor postor fue también Saturnino Solís por el precio de ciento ochenta y siete reales, siguiendo a finales de ese año la subasta del treinta y uno de diciembre que dice que los Señores del Ayuntamiento mandaron publicar la conducion de Cartas á Guad.ma mejorado en el Quarto por Roman Estebez de esta vecindad, y hecho entender a los concurrentes , se dio por el S.or Alcalde Presidente la primera palmada, y dadas suficientemente las dos siguientes, recayó en el Estebez por la cantidad de ciento cincuente y siete y medio r.s; lo consiente firmandolo, y aparece la firma de Román Estévez Benito, que es como se llamaba el rematante.

A finales de 1817 fue Laureano Prados el que postó por la cartería, mejorando el remate efectuado en el mes de septiembre último y lo baja a ciento noventa y cinco reales, pero es a primeros del año siguiente cuando se celebró el remate definitivo y se lee : En la Villa del Moral á dos de En.o de mil ochocientos diez y ocho los S.res Alonso Mazarias, y Manuel Martin Molero Alcaldes ordinarios de ella subastan la conducion de Cartas á la Caja de Guadarrama y publicada sobre la mejora del Quarto, remato en el Proponente Laureano Prados por su mejora de ciento noventa y cinco r.s lo firma, apareciendo las firmas de uno de los alcalde, Alonso Mazarías, y el secretario Josef González.

En el año 1818 se adjudicó el remate, para llevar la correspondencia en 1819, en Alejandro Balandín, vecino del pueblo en la cantidad de ciento ochenta y nueve reales, y en la celebrada el cuatro de enero de 1819 se adjudicó el remate en Laureano Prados por ciento cuarenta y un reales, con la condición de llevarlas a Guadarrama todos los domingos del año, también en el año 1820 se la llevó Laureano por ciento sesenta reales.

A partir de 1820 hubo una serie de años en los que hubo remates para el puesto de cartero, que se adjudicaron por cortos periodos de tiempo, y así tenemos el del 31 de octubre de 1825, en que se le adjudicó a Rafael González por 180 reales de vellón, Andrés García se llevó el remate el 6 de enero de 1825 por 135 reales, y el 7 de abril de 1827 se adjudicó a Juan Balandín. El día 6 de enero de 1828 y el mismo día y mes de 1831 se adjudicó a Castor Balandín por 99 y 88 reales respectivamente, siendo el remate del 4 de enero de 1929 para Gregorio Domínguez.
Hubo tres años seguidos en que se le adjudicó a Antonio Muñoz, el del 6 de enero de 1832, el 14 de enero de 1833 y el del 14 de enero de 1834 por 188 reales, 220 y 185 cada año de los dichos, y Juan Prados se llevó el remate del 6 de enero de 1841 y el del 9 de enero de 1842, por 99 reales y 198 cada año.

El día diez de enero de 1847 hubo reunión de los señores que componen el Ayuntamiento Constitucional de esta villa y varios vecinos para el Remate de la conducion de la Correspondencia, siendo el vecino Manuel Sepúlveda el que se obligó a cumplir con ese trabajo de llevar la correspondencia a Guadarrama por cuatrocientos reales, pero debiendo ir tres día a la semana, miércoles, viernes y domingo y si hubiera necesidad, otro día fuera de los marcados, que lo admitió.
La subasta se hizo como de costumbre, dando el presidente una primera palmada, esperando a que se hiciera alguna mejora, dando la segunda palmada y dejando espacio de tiempo para hacer mejoras, y al dar la tercera se adjudicaba el remate en el mejor postor, de manera que en esta ocasión dio la tercera y quedó adjudicado en Manuel Sepúlveda en la cantidad de trescientos noventa reales después de oírse varias mejoras, y se obligó a cumplir con su persona y bienes, presentando como fiador a Melitón Morales, otro vecino del pueblo, que lo admitió, firmando Juan Mazarías testigo por Manuel Sepúlveda, Agustín González, Antonio José Maya y Domingo Morales.

Unos años después hubo una subasta y el documento donde consta tiene el encabezamiento siguiente : Acuerdo para la Subasta de la correspondencia oficial y empieza con :
En la villa de Moralzarzal a primero de Enero de mil ochocientos cincuenta y dos los SS. Tadeo Balandin Alcalde Presidente, Miguel Dominguez teniente Alcalde, Manuel Sepulveda, Pedro Solis y Mariano Gonzalez Concejales unicos individuos de que se compone la municipalidad con mi asistencia, estando reunidos en la casa consistorial acuerdan : El Subastar el travajo personal que se invierte los Domingos, Miercoles y Viernes de cada semana en la conducion de la correspondencia publica oficial hasta la estafeta de Guadarrama, y cualquier otro dia si fuese necesario y de urgencia con la de la municipalidad y particular, sin que el postor tenga opcion al cobro del cuarto de la que venga para los SS. de la Municipalidad, quedando en su veneficio la de los particulares de traer, y el de llevar de forasteros : Para el primer remate se señala el dis seis del actual y hora de costumbre vajo la cantidad de cuatrocientos cincuenta r.s avonables en el presupuesto Municipal; y el segundo con la adjudicacion definitiva previa la vaja del diezmo el domingo once del mismo; p.a que llegue á noticia del publico anunciar por edictos. Asi lo acuerdam mandan y firman quienes saben de sus mrd.s de que certifico =, apareciendo las firmas de Tadeo Balandín, Miguel Domínguez, Mariano González, Pedro Solís y del Secretario que certifica, Ángel González.

Del remate celebrado el día seis de de enero de ese año de 1852, según se acordó en la sesión expuesta en las líneas precedentes, hay un acta en la que consta que se reune el Ayuntamiento pleno en el local de sesiones para tratar el asunto de la subasta de la correspondencia, como estaba anunciado, y una vez leído el acuerdo anterior por el Sr. Secretario, el alguacil de la Alcaldía hizo patente el mandato del Señor Alcalde, siendo Eulogio Prados el que hizo su proposición por cuatrocientos cincuenta reales, que fue admitida, mostrándose a continuación de estas líneas parte del acta en la que se ve lo dicho anteriormente.

parte del acta


Sigue el acta diciendo que Paulino Balandín bajó cincuenta reales y luego hubo otras rebajas de la postura y habiendo pasado tiempo suficiente, el Presidente dio la última de las tres palmadas adjudicándose a Eulogio Prados, vecino del pueblo, por trescientos setenta reales de vellón y se obligó a su cumplimiento, presentando como fiador, para el caso de no cumplir, a Rafael González, también vecino, y obligo á falta del principal, y firmando con quienes de sus mrds. saben de que certifico = y aparecen las firmas de los señores del Ayuntamiento Tadeo Balandín González, Miguel Domínguez Turégano, Pedro Solís Fernández, Mariano González Martín, las del rematante Eulogio Prados Melgar, del fiador Rafael González Morales, y la del Secretario Ángel González Solís. (Los segundos apellidos están sacados del Archivo parroquial viendo las fechas de la subasta y de los firmantes).

El oficio de repartidores de correos siguió en este pueblo a lo largo del tiempo y un acta del año 1857 informa que fue Sinforiano Morato el que fue nombrado en propiedad para ese cargo, adjudicándoselo por 2200 reales de vellón, pero debiendo pasar por Alpedrete y Collado Villalba hasta llegar a Moralzarzal, acta de la sesión habida en el Ayuntamiento el 20 de agosto de 1857, y este vecino tenía familia en el pueblo ya que era Sinforiano Morato Delgado.

A partir de los últimos años del siglo XIX, la cartería en nuestro pueblo estuvo generalmente unida al transporte de viajeros y en Moral dio comienzo este transporte con Ángel González Mazarías, nacido en agosto de 1878 y fallecido en enero de 1955, y según me contaba su nieto Julio Alcón González tenía un coche de caballos o diligencia cuando le adjudicaron la línea de viajeros de Moralzarzal a Villalba, teniendo que coger el correo en la estación de ferrocarril de Villalba para llevarlo a Moral, Cerceda, Boalo, Mataelpino y Manzanares el Real, así como el transporte de viajeros entre Villalba y Moralzarzal. De todos modos, el correo para Manzanares no lo llevaba con la diligencia o coche de caballos, sino con una caballería, y allí lo dejaba al que lo repartía en ese pueblo.
Ya no se llevaba el correo a Guadarrama, como se ha dicho en líneas anteriores, sino que era Villalba a donde se tenía que llevar.
Ángel González fue alcalde de nuestro pueblo en 1906 y junto con su esposa Norberta Martínez Munilla, vendió una parcela del prado de la Iglesia o prado Mesón para que construyera allí un salón de baile la sociedad La Alegría, que hoy día es la sede de SORCAS (Sociedad Recreativa Cultural la Alegría Serrana).

En actas que se conservan en el Ayuntamiento, se ve que en la sesión de fecha 26 de abril de 1902 se trató de la prórroga por un año del contrato de servicio diario de coche desde la estación de Villalba al pueblo; dueño del coche Fructuoso García. Se le dan a cuenta 250 pesetas para que pueda comprar una caballería.

Como recuerdo y testimonio gráfico de la historia «cebollera», se muestra un documento para que pasemos a tener en la memoria un hecho del pasado y se ve en la foto que sigue el coche de caballos que utilizaba Ángel González Mazarías que además de llevar viajeros de Moral a Villalba y viceversa, lo usaba para transportar el correo que luego repartía a los pueblos cercanos de Cerceda, Boalo y Manzanares. Este servicio lo realizaba Ángel González a principios del siglo XX, y se pueden distinguir a pasajeros en la diligencia.
Un conductor de diligencia que tuvo Ángel González fue Pablo Martín Fernández, que era natural de Escobar de Polendos, pueblo de la provincia de Segovia, padre de Julián Martín Alonso, esposo éste de la hija del Sr. Ángel, cartero que se menciona más adelante.

Se aprecia en la foto el coche de caballos en medio de la plaza de la Constitución, con la casa que hay detrás y a la izquierda que aún se conserva en buena parte y ese portalón con el tejadillo que era el lugar que hoy día ocupa el edificio que fue El Almacén, estando entre medias lo que en nuestras fechas ocupa el estanco de la plaza.
En ese edificio del que se ve la chimenea, se puede distinguir «O  LOP», que corresponde a un local que tuvo allí Pedro López González, conocido en el pueblo con el sobrenombre de «el tío Perico», padre de Pedro López Masedo que era conocido entre la población «cebollera» como «Pedrito el cura». Pedro López, el padre, compró en 1916 ese terreno a Clara Fermina Mejido Mingo, persona que nació en nuestro pueblo en el mes de septiembre de 1836, hija de Esteban Mejido Suárez, asturiano afincado en Moralzarzal, y de Agapita Mingo Fernández, natural de Torrelodones, y allí construyó el edificio que albergó la tienda conocida como «El Almacén» en la planta baja y la farmacia en el primer piso, haciendo mención a ello en el apartado de este sitio web dedicado al Almacén.


diligencia


Una vez que dejó el servicio Ángel González, fue Fermín Segovia Balandín el que siguió como encargado de la cartería de nuestro pueblo, realizando las tareas de reparto de la correpondencia en los distintos pueblos que tenía asignados. Fermín Segovia fue otro «cebollero» nacido en Moral en el verano de 1865, se casó con Marcelina Bordón Sastre en mayo de 1890 y falleció en agosto de 1932.

En otra acta de la sesión celebrada en el Ayuntamiento en fecha 30 de mayo de 1903 se trató de :
Se convoca para mañana a las 11:30 la subasta para arrendamiento del servicio de transporte de viajeros de la estación de Villalba a este pueblo y del mismo a Cerceda y Manzanares y viceversa.

Siguiendo con actas que nos recuerdan el tema de la cartería de Moralzarzal, en sesión del Ayuntamiento de fecha 6 de agosto de 1904 se trató de :
Contrato del servicio de transporte de viajeros. Manuel del Cerro Pardo quiere ceder a Cayo Mansilla Santos el contrato del servicio de viajeros y el Ayuntamiento accede.

Y como el transporte y la cartería han estado ligadas desde hace muchos años, es interesante ver que en otra sesión del Ayuntamiento celebrada el día 12 de noviembre de 1904 se trató de :
Carta del Diputado Provincial D. Felipe Montoya sobre la construcción de un ferrocarril secundario que haría la línea Colmenar Viejo-Manzanares-Cerceda-Boalo-Moralzarzal-Villalba.

Una persona hubo en nuestro pueblo que fue polifacética, D. Nemesio Landaburu Mugarza, pues fue maestro interino del pueblo, farolero, ayudante del secretario del Ayuntamiento, encargado del «Frascuelo», el reloj de la plaza, y también fue cartero. Se casó en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel de Moralzarzal con Ángela Corregidor Mazarías el día 25 de agosto de 1900, constando en el acta de matrimonio como maestro de nuestro pueblo. En la publicación LA EDUCACION, nº 65 de fecha 20 de abril de 1910 apareció la noticia de nombramiento de maestro interino de Moralzarzal con un sueldo de 312,50 pesetas. Como farolero encendía las farolas de aceite que había en las calles del pueblo. Era natural de Manjirón, pueblo de la provincia de Madrid, aunque sus padres eran de Elorrio y de Salinas de Leniz, y como consecuencia de su matrimonio, aparece en la lista de jornaleros para ir a por leña para la Luminaria de enero de 1901.
También estuvo encargado del reloj "Frascuelo" y así se puede ver en acta de la sesión del Ayuntamiento de fecha 18 de junio de 1899 que se nombra a Nemesio Landaburu encargado del cuidado y conservación del reloj de la torre del municipio, ya que no es conveniente sacarlo a subasta.
También desempeñó el cargo de Oficial de la Secretaría desde mayo de 1913, ayudando al Sr. Secretario de entonces D. Maximino Sánchez Oñoro, según consta en el acta de la sesión de fecha 13 de mayo de 1913 en la que se dice que se hace necesario incorporar un auxiliar a la Secretaría del Ayuntamiento para descargar tareas del Secretario. Se elige a Nemesio Landaburu Mugarza que seguirá con la asistencia y arreglo del alumbrado público. En el acta del 3 de febrero de 1918 se ve que presentó la dimisión de ese cargo y de encargado del reloj.
De cualquier manera, se ve lo dicho líneas arriba de que era polifacético, pues además del desempeño de todas esas tareas también tuvo la cartería del pueblo.

Cayo Mansilla Santos fue quien siguió con la línea de transporte y como cartero. Cayo fue un cebollero nacido en abril de 1880 y casado con Dolores Antuñano Olazábal, también cebollera, hija de Melchor Antuñano Martínez, carlista avecindado en nuestro pueblo, y de Josefa Olazábal del Campo.
En otra sesión del Ayuntamiento celebrada el día 17 de marzo 1923 se trató de :
Cese de Cayo Mansilla como concejal y Alcalde al recibir sueldo del Estado como conductor del correo desde Villalba a Moral. Lo dicta el Gobernador en virtud de reclamación interpuesta por Juan del Valle García. Se hace cargo el teniente de Alcalde Alfredo Somacarrera Gómez.

En el acta de la sesión celebrada por el Ayuntamiento en el día 30 de junio de 1928, consta que fue nombrado cartero en propiedad para Moralzarzal, con la obligación de hacer el servicio para Cerceda, Boalo y Mataelpino, Don Bernardo de Sande Rodríguez, con el sueldo de 800 pesetas.

Pedro Sanz García, nacido en 1902 y casado en 1928 con Antera González Estévez, era conocido como Pedro el de la Antera, y fue también cartero por esas fechas, siendo repartidor en tiempos del Sr. Ángel como era conocido Ángel García Martínez.

Pero vamos a recordar a carteros que muchos de los vecinos de este pueblo aún tienen en la memoria como son los que han vivido en la segunda mitad del siglo XX.
Hay que recordar en primer lugar a Ángel García Martínez, que era natural de Águilas, pueblo de la provincia de Murcia y que fue cartero en Moralzarzal, labor que comenzó poco antes de la guerra de 1936.
El Sr. Ángel, así era conocido en el pueblo, nació el 30 de octubre de 1889 y su oficio, antes de pasar a desempeñar el de la cartería, era de carabinero. Estando en una operación de vigilancia de contrabandistas, y con el objetivo de detenerlos, fue sorprendido con el lanzamiento, por parte de los contrabandistas, de un cartucho de dinamita y él lo cogió para devolvérselo y le explotó en la mano sufriendo la amputación de la misma.
El ataque lo sufrió cuando estaba desarrollando ese servicio de vigilancia por la zona donde estaba destinado próximo al municipio almeriense de Garrucha, mostrándose seguidamente el recorte de "La Independencia", periódico de Almería en su edición del 10 de mayo de 1919, donde se da la noticia.

noticia


Después de curarse en su pueblo de Águilas se fue a vivir a un pueblo de Extremadura. Estaba casado con Candelas Uribe Díaz y viviendo en ese pueblo extremeño de la provincia de Cáceres llamado «La Pesga», nació su hija María García Uribe, mujer que se casó con Julián Martín Alonso, cuando vinieron al Moral, siendo Julián conocido en nuestro pueblo como «El Coyote».
Dentro de la desgracia, tuvo la suerte de que el Rey Alfonso XIII pasara por el pueblo donde estaban y de resultas de eso fue nombrado cartero, estando ejerciendo el oficio hasta que se jubiló.
En el pueblo vivió en la calle Roseles 22, según el censo de 1935, con su esposa Candelas Uribe y sus hijos Ángel, María, Rosa y Constancia y luego se fue a vivir a la calle Barrio de Arriba nº 38, donde tuvo el despacho de la cartería, casa donde luego vivió Patricio López Martín, un miembro de la familia de los apodados «Velillas». En esa casa del Barrio de Arriba, una vez jubilado, enseñaba a los chicos a leer y escribir, les daba clase, cosa que cuentan vecinos del pueblo y muchos de ellos nacidos en la década de 1950, como por ejemplo Juan José Sabariegos Ramos y otros quintos suyos. También recuerdan otros nacidos cuando iba a acabar la guerra de 1936, como José Solís, que igualmente les enseñó a leer y escribir, y muchos nos acordamos que montaba en su bicicleta para repartir el correo, llevado en la cartera de cuero típica de los carteros, en Cerceda Boalo y Mataelpino, y que se le daba muy bien liar el cigarrillo apoyándolo en el brazo manco.

Seguidamente se muestra una foto del Sr. Ángel, como era conocido en el pueblo, con la gorra típica de cartero que se usaba en aquella época.

el Sr. Ángel


En 1954 ya estaba jubilado, según consta en su último Documento Nacional de Identidad (DNI), y falleció el 18 de marzo de 1972, siendo muy curioso ver y oír cuando tocaba la guitarra, haciéndolo, a pesar de faltarle una mano, atándose un palo acabado en punta al muñón del brazo en el que le faltaba la mano, y con la punta del palo rasgaba las cuerdas de la guitarra.

Su hijo, Ángel García Uribe, también fue cartero y el despacho de cartería lo tenía en la calle de las Eras nº 41. Fue cartero cuando se jubiló su padre, en 1954 y nació en La Pesga, pueblo de la provincia de Cáceres, casándose con Julia Sánchez Martín y falleció el 15 de febrero de 1969, con 45 años de edad, dejando a Mª Rosa y Ángel Julio.
Como recuerdo se muestra la foto que sigue, y se aprecia que tenía bigote, aunque no como el de su padre, y algunos le recordamos cuando montando una bicicleta hacía el reparto de las cartas.

el Sr. Ángel hijo


Luego fue cartero Francisco Estévez Alcón, desde 1964 hasta 1988, más o menos y bajaba a por el correo a la estación de Villalba con su furgoneta Citroën 2 caballos.
Le siguió en la cartería Alfonso García Hoyas, el extremeño, conocido en el pueblo como «Braulio», pues en esa época se ponía en TVE la serie Crónicas de un pueblo, que fue emitida entre 1971 y 1974, narrando la vida cotidiana en un pueblo de España y entre otros personajes aparecía el cartero «Braulio», interpretado por Jesús Gúzmán, y entonces a Alfonso se le empezó a llamar con ese nombre, «Braulio».
Por las mañanas Castor Estévez Morales llevaba el correo y por las tardes lo traía al pueblo, recogiéndolo de la oficina central, dejándoselo a Alfonso.

Otra persona que repartía el correo era Luis Balandín Cuena, hijo de Hermenegildo y de Marcelina, que era conocido como «El Gamberro» y hermano de Esteban, persona que regentaba el bar el Racimo de Oro, nacido en Moral en junio de 1912.

El artículo de la Voz del 4 de julio de 1930, por lal fechas, apunta a que es relativo al cartero Nemesio Landaburu Mugarza, y en el se dice que cobraba 2 pesetas con 22 céntimos al día, haciendo el recorrido de Moral a Cerceda, El Boalo, Mataelpino, Berrocal y vuelta a Moral, y se muestra parte de ese artículo a continuación



En ese artículo, se cuenta la vida cotidiana de un cartero rural en el desempeño de su labor, en este caso el de Moralzarzal, y está escrito de manera que lo cuenta un cartero, hablando de un colega, que por la fecha tiene que tratarse de Nemesio Landaburu Mugarza. El artículo está firmado por Virgilio de la Pascua, que era redactor de La Voz y las ilustraciones eran de José Robledano.

Empieza el relato diciendo el autor que sale de excursión invitado por un amigo para ir a una finca suya que tenía en la provincia de Cuenca, utilizando un magnífico automóvil y al cabo de un buen tramo realizado, se detienen a la sombra de unos árboles, pues la mañana era bastante soleada y el sol pegaba de firme, y se disponen a tomar un bocadillo. Ven llegar a un hombre que lleva colgada a la espalda como una mochila sujeta con correas. Se trataba de un cartero rural, y no tarda nada de tiempo en hallarse junto a los excursionistas, empezando a comerse una loncha de jamón con pan.
Charlando con el cartero, va respondiendo a preguntas que le hacen y dice que la vida del cartero es muy difícil, andando horas y horas por malos caminos, con lluvia, sol o frío, trabajando casi todo el día e incluso parte de la noche, andando grandes distancias y sirviendo a la vez a varios pueblos, algunos cercanos y otros más distantes, y sobre la pregunta de que si es mucha la distancia a recorrer, dice que a veces hacen hasta veinte kilómetros, y que la cartería de Moralzarzal tiene dieciocho kilómetros de recorrido.
Le preguntan que cómo es que se denomina solo de Moralzarzal, a lo que contesta que así aparecía en la «Gaceta» ( lo que antiguamente era equivalente al Boletín Oficial actual ), pero que el compañero, al tomar la credencial se enteró que era también cartero de Cerceda, El Boalo, Matalpino y Berrocal.
Al oír eso, los excursionistas se quedaron sorprendidos y dijeron ¿cinco pueblos?. El que lo estaba narrando le dijo que si, que eran cinco pueblos y que iba a hacer un gráfico del recorrido, cosa que así hizo y se muestra seguidamente lo que Robledano dibujó en «La Voz».



Le preguntaron por el camino y dijo que en el gráfico que acabo de hacer hay un recorrido, el de Matalpino a El Boalo, por un camino de herradura que durante el invierno no hay medio de hacerlo muchos días. Hay que cruzar prados encharcados, arroyos y hasta saltar tapias. Incluso se puede tener algún encuentro desagradable con algún toro desmandado, ya que por allí hay ganaderías de reses bravas.
Los interlocutores le dijeron que al menos tendría una buena compensación, a lo que el cartero respondió ¿en qué?, y le dijeron : en el jornal que se cobre. El cartero le dijo que por ese recorrido que le acabo de explicar cobra el pobre compañero que lo hace la enorme suma de 2 pesetas y 22 céntimos al día.
Le dicen que entonces le costará mucho al Estado poder cubrir esas plazas. El cartero dijo que hay muchos pretendientes pues no sabe nadie el hambre que hay en los pueblos. También dijo que rara vez hay gratificaciones y que algún realillo que otro se coge pero de tarde en tarde, y que a veces hay que hacer el recorrido a cualquiera de los pueblos por tres o cuatro cartas.
Le preguntan que si hacen algún que otro trabajo y dice que el reglamento no lo prohibe, pero qué se puede pedir que haga un hombre que hace a pie de dieciocho a veinte kilómetros al día, y con el poco tiempo que le queda libre ¿trabaje además en un oficio?.

Y esta ha sido otra breve historia de un oficio desempeñado por gentes de este pueblo y un extracto del artículo aparecido en el periódico «La Voz» del viernes día 4 de julio de 1930 que resume la labor de un cartero de Moralzarzal.

Se muestran a continuación dos fotos para recordar un par de oficinas que hubo en nuestro pueblo.

correos correos

Las fotos son recuerdo de las oficinas de Correos o Carterías que hubo en el pueblo en los últimos años, y a muchos les vendrá a la memoria la que se encontraba en la calle de La Peñuela nº18, donde «Paco» (Francisco Estévez), mencionado líneas arriba, trabajaba en el oficio de cartero, y después estuvo la oficina en la esquina del la calle de la Escuadra y la travesía de Antón, mostrádose en las fotos anteriores, a la izquierda, el buzón que había junto a la oficina de la calle Peñuela, en el número 20 de esa calle, y a la derecha se muestra la de la esquina antedicha, que hubo en la casa de la travesía de Antón número 28, la que hubo antes de trasladarse a la calle Vía del Berrocal.

La última oficina de Correos, se encuentra en la antedicha calle Vía del Berrocal nº 47 y está servida por unos cuantos funcionarios que se desplazan en sus motos escúter para hacer el reparto de la correspondencia y solamente lo que concierne al término de Moralzarzal, independientemente de los pueblos cercanos a los que antiguamente servía el cartero del pueblo. Se muestra un foto de la fachada de la moderna oficina, foto hecha en 2016.

oficina en 2016


bibliografía : Archivo Municipal de Moralzarzal : legajos 84 y 105
Archivo parroquial de la iglesia de San Miguel Ácángel de Moralzarzal.

© 2006 - Antonio López Hurtado