otras curiosidades


Entre los temas que se pueden ver dentro del apartado de más curiosidades están :
(puedes ir a cada tema pinchando directamente)

Ahogado en el Matalibrillos Lápida del Palancar
Lápida del Ensancho de Frascuelo Polvorines del Retamar
Puesto del retén de vigilancia Mirador de la Dehesa Nueva
Bebederos para conejos Vivares de conejos
Majada del prado de las Rozas Retén de incendios forestales
Traída de aguas desde el río Navacerrada Inscripción en la lobera
Cabañas en diversos prados Línea eléctrica por el Cerrillo de las Pozas
Báscula del polígono ganadero Blincaderas en el pueblo




Ahogado en el Matalibrillos


En el arroyo Matalibrillos, en una zona próxima a los Praderones y muy cerca de la urbanización de Cerceda llamada Las Praderas, hay un puentecillo y en una lancha esta grabada una cruz, en otra está AP y en otra hay una inscripción con el siguiente texto:
 AQUÍ SE AHOGÓ ANTONIO DUQUE AÑO DE 1834
y claro, la pregunta es ¿cómo pudo ahogarse aquí una persona? Los mayores del lugar cuentan que yendo Antonio en una caballería parece que iba embozado y se enganchó la capa que llevaba en una rama y como consecuencia de ello, el jinete cayó y dió con la cabeza en la lancha del río y debió quedar con la cabeza dentro del agua e inconsciente, lo que provocó que se ahogara. (la charca en época de agua no tendrá más de 80 cm. de profundidad)
      lancha con la Cruz

Aquí abajo se ven dos fotos más del lugar, apareciendo a la izquirda la lancha donde está grabado lo dicho líneas arriba, y a la derecha una vista del lugar donde se aprecia el puentecilo y el arroyo cargado de agua en primavera.


lancha con la inscripción vista del lugar


Pero ¿ quién era Antonio Duque ?.
Solamemnte he encontrado información sobre esta persona en los libros de nuestra parroquia de San Miguel Arcángel, y he podido ver que se trataba de una persona venida del Reino de Portugal, según consta en los libros de bautismos y de matrimonios, y concretamente de San Mamede de Parada de Monte en el arzobispado de Braga.
Se ve en una partida del libro de matrimonios que Antonio se casó en Moralzarzal en el año de 1796 con Isabel Balandín Rubio, moza soltera vecina de este pueblo, y consta en la partida que es hijo de Antonio Pérez y de Ana Duque, vecinos de San Mamede de Parada de Monte en Portugal.
Tuvo en 1797 un hijo llamado Sandalio, al que ponen de primer apellido Duque y de segundo Balandín, e igualmente otro hijo nacido en 1800, al que ponen de nombre Manuel, y consta con los mismos apellidos, Duque y Balandín.
En 1803 tiene una hija a la que ponen por nombre Martina, en 1806 a Antonio, en 1808 a María Regina y en 1810 a Ángel, pero estos cuatro últimos ya constan con el primer apellido Pérez y de segundo Balandín.
Debió haber un error al poner los apellidos, puesto que los de nuestro protagonista, Antonio, son Pérez Duque, ya que sus padres constan como Antonio Pérez y Ana Duque, y así se puede leer en la partida de matrimonio y en las partidas de los bautismos.

Es fácil que al ser el primer apellido más corriente que el segundo, se le mencionara al referirse a él con el segundo apellido, como ocurre en la actualidad, y además hay una cosa curiosa, que en una lancha está grabada
AP, lancha que está en la orilla opuesta a la de la inscripción dicha anteriormente, mostrándose seguidamente dos fotos en las que se puede ver lo dicho, fotos obtenidas en época veraniega, cuando el arroyo ya está seco.

iniciales AP AP y cruz

Pero viendo documentos de principios del siglo XIX, y concretamente uno que se llama "Libro de Arriendos de heredades de la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel 1762 1842", en el apartado Arrendamiento de las propias Heredades de esta Yglesia del Moral Zarzal para el año de mil ochocientos y quince al del año mil ochocientos y diez y seis, Siendo Cura Economo Dn. Juan Josef Taillet dan principio a principio de Marzo del referido mes y año los quales se hicieron en la forma siguiente = . Y se arrendaron terrenos del Regajo del Caño, la Cerquilla de la Iglesia, el prado de las Erillas, el prado de los Rincones, el prado de las Rozas, y se llegó al asunto del arrendamiento que nos interesa y que fue el que dice : Remato como en mejor postor la Herren de Arroyo Grande en Antonio Duque en Treinta y un rs. vn. dio por su fiador a Antonio Balandin y lo firmaron, viéndose las firmas de los dos, pero Antonio Duque firmó como Antonio Pérez, que era su primer apellido, luego ya está aclarado lo del asunto de cómo se llamaba el ahogado, mostrándose seguidamente lo dicho.

firmas


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Lápida del Palancar


inscripción       Esta lápida se encuentra al este del término del Moral cerca de la finca de las Pozas y del alto de Matacerrajoyos, en la zona militar del Palancar y tiene una inscripción que dice:
 AQUÍ MURIO
JUAN RIBAS
AÑO 1882

Y Juan era una persona de Colmenar Viejo al parecer vaquero del ganadero Vicente Martínez (el que fue propietario de la Casa Grande, hoy día Biblioteca Municipal).

Fue enterrado en el antiguo cementerio del pueblo (el que había pegado a la iglesia) y según consta en el libro de enterramientos de la parroquia se puede ver :
Juan Rivas, viudo. En la villa de Moralzarzal a cinco de mayo de mil ochocientos ochenta y dos yo el infrascrito cura propio de su parroquia di sepultura Eica en el campo santo de la misma al cadaver de Juan Ribas, viudo, vecino de Colmenar Viejo, de cincuenta y siete años de edad, el cual falleció el día tres de los corrientes sobre las dos de la tarde, de muerte natural, según como se espresa (sic) en el oficio remitido a esta parroquia por el Señor Juez Municipal de este distrito. Dicho cadaver fue encontrado en el sitio del Arroyo de las Pozas, término jurisdicional de esta Villa. Fueron testigos de su entierro Sinforiano Morato, Juan Mazarías y otros más. Conste y lo firmo.
y aparece la firma del Sr. cura párroco de entonces D. Leonardo Novel.
En el libro de enterramientos aparece en primer lugar Rivas y luego Ribas. También aparece la palabra Eica que es un apócope de Eclesiástica y finalmente aparece espresa en lugar de expresa, pero es lo que está escrito en dicho libro.


la lápida la Silla del Diablo al fondo


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Lápida del Ensancho de Frascuelo

La lápida se encuentra pegada en una roca, cerca de la tapia de piedra del prado de Jaime Soriano, aunque realmente ese prado era de Marcelo Ovejero, en la zona del Ensancho de Frascuelo muy cercano a la antigua conducción de agua, y con un ramillete de flores a los pies de la misma, encontrándose a la derecha del camino forestal que sube hacia el alto del cerro del Telégrafo con la inscripción que se ve en la foto inferior izquierda.

placa o lápida ofrenda floral

Y la historia de esta lápida es muy sencilla y entrañable, así que aquí va :

Loló es el nombre familiar de Laurence, una joven francesa que vivía con sus padres en Moralzarzal, y que iba con su perra Iris a donde se encuentra la lápida, sentándose en una roca desde la que podía disfrutar de una hermosa vista de la Sierra de Guadarrama con las alturas de Siete Picos, la Bola del Mundo, la Maliciosa, Cabezas de Hierro, la Sierra de los Porrones y la Pedriza, y allí disfrutaba Loló contemplando la hermosura que desde su «mirador» podía admirar.
Una enfermedad acabó con su preciosa vida a la edad de 31 años y su familia colocó la lápida pegada a la roca y sus cenizas fueron esparcidas en esa zona, donde siempre hay flores, pues cuando se ven deterioradas son repuestas.

Esto es en esencia lo que me contó Beatriz, hermana de la protagonista de esta breve historia.

Sean estas líneas un recuerdo y homenaje a la juventud de esa admiradora de la Naturaleza que nos dejó siendo muy joven.
Descansa en paz, Laurence de Sainte Marie (que así se llamaba), en ese tu lugar de reposo que tanto querías.

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Polvorines del Retamar

Este refugio se encuentra en la urbanización El Retamar en la avenida de San Rafael, y aunque muchos dicen que fue un refugio utilizado para protegerse de los bombardeos durante la guerra civil española de 1936, en realidad su uso fue de refugio, pero de municiones, pues fue un polvorín.
Como refugio de personas no parece que fuera esa su función, ya que el frente estuvo a unos cuantos kilómetros del pueblo, pero si que hubo tropas del bando republicano acantonadas en la zona, tanto en los campos como en el mismo pueblo. Después de la batalla de Brunete hubo tropas que estuvieron descansando en el pueblo, y aquí pernoctaron algunas veces Líster y El Campesino.
En las fotos se muestran las tres bocas de entrada al refugio que aún se pueden ver, habiendo desaparecido cuatro de las siete que había (según algunos vecinos del pueblo), unas cegadas por acumulación de tierra o que se han hundido y otras por las obras que se realizaron para hacer las calles, comunicándose todas ellas entre si por pasadizos subterráneos (también según algunos vecinos).

La realidad es algo diferente una vez visitadas, pues hasta este verano solamente había conocido tres de esos polvorines, dos de acceso desde la calle antedicha y otro dentro de la parcela de un chalet, y en este verano, cuando he ido con unos investigadores del Grupo de Estudios del Frente de Madrid (GEFREMA) y con mi colega Miguel Ángel Soto (Nanqui) a eneñarles estas reliquias de la historia de Moral, he podido comprobar que hay cuatro a la vista, y aunque una de ellas se encuentra cegada a la entrada por hundimiento de la bóveda de ladrillo, un poco más adelante hay un hueco por el que pasamos y se accede a la zona que hay después del hundimiento.


entrada vista interior

entrada en finca privada otra entrada

En documentos del Archivo General Militar se ve información de lo que hubo en nuestro pueblo y entre otras cosas se encuentran los emplazamientos de asentamientos de baterías de artillería según el Plan de agosto de 1937 sobre asentamientos de la Segunda División del Primer Cuerpo de Ejército.
Es curioso que en una de las zonas donde se dice que hubo un asentamiento, se sufrió un bombardeo y murieron unas cuantas ovejas de la persona que me lo contó y que me dijo que él estaba allí y resultó ileso, porque no tenía cerillas para encender una lumbre y se iba de allí cuando cayeron las bombas lanzadas por «Pavas» del Ejército Nacional que procedían de la zona de Colmenar Viejo pasando sobre el Portillo de la Mina.

Seguidamente se muestra una foto aérea obtenida en 1956 en la que se ve la zona del Berrocal y del Retamar donde se encontraban los polvorines, la estación del ferrocarril y el chalet donde se instaló la Plana Mayor de la Artillería.

foto aérea


Y en el mes de julio de este año de 2016, hicimos una visita a los polvorines, para enseñarlos mi colega Miguel Ángel Soto y yo a un grupo de investigadores de GEFREMA (Grupo de Estudios del Frente de Madrid) como se expone líneas arriba, pues no tenían conocimiento de ellos, pasamos a los tres que tienen acceso desde la calle, pudiendo entrar en en el dicho anteriormente que la entrada estaba cegada por hundimiento de la bóveda, pasando por un agujero que hay en el terreno, y en las fotos que siguen se muestra en la de la izquierda la tierra que tapa el acceso poco después de la boca de entrada, y parte del grupo de investigadores dentro de este tercer polvorín.



tapón a la entrada en el interior


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Puesto del Retén de Vigilancia

Este puesto se encuentra en la zona entre Pico Martillo y la parte alta del valle, muy cerca de la formación rocosa conocida como "Perro Chato". Es un puesto para descanso del personal del Retén que suele estar por el monte en labores de vigilancia y prevención de problemas como puede ser un incendio.
Cuando no está ocupado por el personal del Retén, se puede usar como punto de descanso y allí tomar la merienda con los compañeros de excursión.

vista del puesto detalle


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Mirador de la Dehesa Nueva


Este mirador se puede ver en la parte de la cañada que está cerca de Peña Cardín, al lado de la tapia de la Dehesa de Arriba o Dehesa Nueva. En él se puede ver un panel con la foto de la panorámica que se tiene delante, con los montes, pueblos y otras cosas interesantes. Todos los puntos de interés están numerados y hay una leyenda explicando lo que corresponde a cada punto. Desde octubre de 2006 se puede contemplar, y si todos lo respetamos, podremos saber qué es cada uno de los puntos que se ve desde ese lugar (aunque ya han pasado por allí los bárbaros haciendo de las suyas).

vista del mirador detalle del mismo


Y en la siguiente foto se muestra la leyenda explicativa de los puntos de interés que se ven desde el mirador.


leyenda explicativa


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Bebederos para conejos

Este sistema de bebederos se instaló a raiz de las sequias que ha habido durante años, y el que se muestra en las fotos siguientes se encuentra cerca de la cantera que hay subiendo hacia la chopera o pradera del Cornocal. Como se puede ver, consta de un bidón que se llena de agua, y de un tubo que conecta con una pieza a la que llega ese agua a medida que van bebiendo los animales, que pueden ser conejos, perdices y otras aves.


el bebedero detalle



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Vivares de conejos

Los vivares, también conocidos como huras, o conejeras, son los nidos o madrigueras, en este caso de conejos, y aunque éstos las suelen hacer escarbando en el suelo aprovechando cuevas o agujeros que ya hay en el terreno, la Sociedad de Cazadores del pueblo suele acomodarlas poniendo piedras, ramas y troncos para protegerlas aún más, evitando que ciertos depredadores puedan entrar en ellas como son los zorros, y hay dos personas que quiero mencionar, que son las que se suelen encargar de esa labor de acondicionamiento de las madrigueras, que son Mateo López Segovia y Ángel de Antonio Berrocal.
Los hay por bastantes lugares de los campos del pueblo y como muestra de ello aquí van unas fotos sacadas en la Dehesa de Arriba o Dehesa Nueva, y en la Ladera, cerca del camino que hay por donde la antigua conducción de agua que venía de la presa de Navacerrada.

vivar en la Dehesa Nueva vivar en Matarrubia



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Majada del prado de las Rozas

Esta majada se encuentra en el prado conocido como el de las Rozas, que está cerca del término de Collado Villalba, entre la calle de los Chaparrillos o Chaparralillos como dicen los mayores del pueblo, y el tramo de la Cañada Real Segoviana que va desde los Tollares (más allá de la colonia del Redondillo), al descansadero donde está La Charca, en dirección a Collado Villalba.
Se desconoce de qué fecha puede ser, pero los mayores cuentan que probablemente es de la alta edad media. Desde luego en la construcción de lo que era la cabaña o casa de los pastores, se emplearon unos bloques de piedra que no son normales en los últimos siglos. Se aprecia lo que era la casa para albergar a los pastores y las tenadas y corrales para recoger el ganado, hechas también de piedra, aprovechando a veces rocas se encontraban en el propio lugar.
Durante la guerra civil española de 1936, en este lugar se asentaron tropas del ejército republicano que venían a descansar provenientes del frente y hay quien recuerda a soldados que estuvieron en la batalla de Brunete. Algunos encontraron aquí munición y granadas de mano perdidas o abandonadas por las tropas.

A continuación se pueden ver unas fotos de lo que queda de la majada.

restos de la casa vista del interior

otra vista del interior el corral

fachada sur detalle de piedras



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Retén de incendios forestales

Hay otro puesto de Retén en el Cerrillo de las Pozas, cerca del vacunadero, dedicándose éste a la lucha conta el fuego. En este puesto tienen placas solares como se puede apreciar en una de las fotos (muy ecologista), y para disfrute de la naturaleza, en el patio tienen ejemplares de árboles que se dan por la zona, como roble, encina, fresno, pino, arce de Montpellier y serbal, aunque éste último se encuentre en zonas más altas de la sierra.

vista del puesto cartel

para el descanso otra vista


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Traída de aguas desde el río Navacerrada

Hacia 1960 se hicieron las obras de acometida de aguas para abastecimiento del pueblo, de manera que se recogían directamente del río Navacerrada en un prado que es conocido como el de Evaristo "el gordo" y mediante una conducción se llevaban hasta un depósito que hizo la Diputación Provincial en el Cerrillo de las Pozas, pegado a la pista forestal que lleva desde la carretera de Moralzarzal a Mataelpino hasta el Cerro del Telégrafo, y cerca de las tapias de la urbanización El Retamar, muy próximo a la entrada a esta urbanización que hay frente a un vivero. Las aguas se tomaban más arriba de la Pilas, a la altura de las Tablas y por medio de tuberías que discurrían por la calle de las Gorroneras, protegidas por un canal de piedra granítica, atravesaban el Retamar y se almacenaban en el depósito cercano a la urbanización. En la entrada del depósito, encima de la puerta, se aprecia aún la inscripción :

DIPUTACION PROVINCIAL
AÑO 1960

Y desde este depósito se traía el agua al pueblo. La altura a la que está el depósito no permitía la llegada del agua a casas que se hicieron más tarde en las partes altas y unido ésto a que los análisis detectaron problemas en la potabilidad, ya que se hacían vertidos incontrolados al río que viene desde Navacerrada y pasa por Becerril, fueron motivos que causaron que el abastecimiento desde este depósito durara pocos años. Pero ahí están esas obras que dan testimonio de hechos que pertenecen a la historia del pueblo.

canal de piedras otro detalle

depósito detalle de la puerta

tapa de registro tapas de llaves


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Inscripción en la Lobera

Al subir por la pista forestal hacia el alto de Cabeza Mediana para ver la torre del telégrafo, en la zona donde ya se ve la presa de Navacerrada y antes de tomar una curva a la izquierda, donde se encuentra la alambrada, si se sale del camino hacia la zona de la derecha y a una distancia de unos 30 metros, se ve una cosa que me llamó la atención, una alambrada sujeta por cuatro tubos metálicos que sirvió para proteger un arbol de manera que las vacas no lo rompieran y le dejaran crecer sin comerse las hojas, unas piedras pinadas formando una barrera para protegerlo de los aires del norte y en medio una inscripción hecha con piedras de garbancillo pegadas con cemento, y que dice :
DAVID BARTOLOME RUIZ
9-3-1990


y está hecha por el tio de David, recordando el día que nació el sobrino, siendo el tío Santiago Ruiz Balandín.

vista inscripción



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Cabañas en diversos prados

Antiguamente los pastores hacían cabañas de piedra a las que cubrían con un tejado que bien era de piedra, lo que normalmente hacían si el prado era de su propiedad, o con latones y piedras encima para que no se volaran con el viento, si el prado lo tenían alquilado, de manera que cuando se acababa el tiempo de arrendamiento, quitaban los latones y les servían para otra ocasión, como me contaba un ganadero que tuvo muchas ovejas ya hace tiempo y daba trabajo a pastores en sus años de vida activa. En estas cabañas se guarecían cuando el tiempo era desagradable, de agua, de nieve o de intenso frio, es decir para refugiarse de las inclemencias del tiempo.
Hace poco, me decía un ganadero joven que un día de tormenta en el otoño de 2007, se refugió en la que hay en el prado de los Linares, y estuvo allí hasta que pasó la tormenta. También eran usadas y aún hoy día las usan los cazadores cuando el tiempo se pone malo y hay que ponerse a cubierto.
Y también las había en las canteras para guardar herramientas y al mismo tiempo servir de refugio a pastores y a la vez a los cazadores.

la del prado de los Linares en el prado Difici

en la "Herrén de Rubitos" la de la chopera


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Línea eléctrica por el Cerrillo de las Pozas

Si se va por el camino que lleva a Becerril partiendo desde la calle de la Iglesia, continuando por la calle de la Camachas y por el Arroyo Grande, después de pasar éste y un paso canadiense, hay un camino que va hacia la izquierda y se ve una línea eléctrica. Empieza la línea cerca de una casita al lado de ese camino y muy cerca del arroyo Grande y sigue en dirección Este hasta la carretera de Moral a Mataelpino. Las columnas metálicas de la línea son de celosía y hay 11 hasta el "Reajo del Caño", estando esta última pegada a la carretera antedicha. Si se camina desde la primera columna en dirección a levante siguiendo los cables de la línea, nos adentramos en el Cerrillo de las Pozas, y al poco veremos unos mojones con las iniciales "HE" que corresponden a la antigua compañía Hidroeléctrica Española. Los mojones están colocados de manera que determinan un corredor de unos 15 metros de ancho y dentro del cuál va la conducción eléctrica.

torre al lado del camino mojón con HE

El permiso concedido a la empresa eléctrica para la instalación de la línea lo fue con la condición de que la misma discurriera por esa calle y que mantuvieran limpia la zona para evitar en lo posible el peligro de que una chispa o un contacto produjera un incendio forestal.
Los servicios forestales y en concreto un guarda forestal llamado Venancio, se encargó de poner dichos mojones en el año 1972 y se le pagó a 5 duros (25 pesetas) por mojón según me contó el mismo.

columna entre mojones columna y mojones

Las columnas están numeradas y algunas tienen otras indicaciones y números, así, la décima columna, que está pegada a la entrada a la urbanización El Retamar, tiene el número 10 y el 408903000181 y la undécima, que está junto al "Reajo del Caño", tiene el 11 y otro número. Después de ésta, la línea sigue bordeando la carretera y las tapias de las casas del Retamar.
Hay un total de 102 mojones y están dispuestos por parejas cada 25 metros. La separación entre cada dos que forman una pareja es de unos 15 metros y las columnas de sustentación de la línea están situadas cada 6 mojones.

pareja de mojones

Y esta serie de mojones, es otra de esas cosas curiosas que te encuentras cuando recorres los campos del pueblo.

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Báscula del polígono ganadero

El polígono ganadero, situado cerca de la urbanización la Herradura y pegado a la Dehesa Vieja, tiene para servicio y uso de los ganaderos, una báscula de muy buena calidad, que ha sido utilizada para pesar los camiones que transportaban hierba, paja, forrajes, leña, y cuanto era necesario pesar por los ganaderos, y aunque hoy día ha bajado mucho su uso, se sigue utilizando.
Gracias a la labor de la Hermandad de Labradores y Ganaderos, cuando era presidente D. Adolfo González Sanz, que lo fue a lo largo de treinta años, la Diputación Provincial de Madrid contibuyó con el 80 % de los gastos del presupuesto de adquisición e instalación de dicha báscula (normalmente aportaba entre el 70 y el 80 % de los gastos en las mejoras, como es este caso).
Se encuentra situada en la calle Cacera Concejo, eje del polígono ganadero del pueblo, y se instaló cuando era alcalde D. Marciano Miguel González (alcalde a partir de 1983), pero ejercía, como tal, José González Sanz por baja del titular.
Después de una temporada de uso aceptable de la misma, hubo un bajón del servicio, y fue una mujer la encargada de pesar, cobrándose entonces 30 pesetas, 10 para ella y 20 para la Hermandad. Todavía hoy día se sigue utilizando para los menesteres para los que se instaló.
A continuación se muestran unas fotos donde se puede observar la plataforma para los camiones, la caseta donde se encuentran los mecanismos de la báscula y otros detalles de este mecanismo.

caseta y plataforma chapa del fabricante

vista de la báscula etiqueta pegada

detalle hasta 59.000 kg.

Como se puede apreciar en las fotos, la báscula es de fabricación nacional y su capacidad de pesada llegaba a los 59.000 kilogramos.


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Blincaderas en el pueblo


La palabra blincadera o brincadera, no la recoge el Diccionario de la Real Academia Española, pero en la zona y concretamente en el pueblo este nombre se le da a una escalera para "saltar" una tapia y está hecha con piedras colocadas a distinta altura de la misma, una a más altura que la anterior, y sobresaliendo todas ellas por ser de mayor anchura que la propia tapia, de modo que contituyen los peldaños o escalones de una ingeniosa escalera que permite el paso por ella sin tener que dar el salto (alguno la llama saltatapias).
Con bastante frecuencia, al saltar una tapia suele ocurrir que caiga alguna piedra, lo que puede provocar que pille un pie o pierna del que la salta con lo que se puede ocasionar un accidente, cosa que a más de uno le ha ocurrido, y además que se haga un portillo en la tapia y ocasione que algún animal se escape del prado donde esté recogido. Las brincaderas normalmente estaban en tapias de fincas o prados al lado de caminos o de zonas de tránsito y a veces entre dos prados.
Había una de éstas en la la Dehesa de Abajo y después de acabar las obras para rehacer la tapia, la brincadera antigua ha desaparecido y se ha hecho una nueva al lado de la puerta de entrada que hay cerca de las viviendas de promoción municipal, en la calle Vía del Berrocal. (Como siempre, desapareciendo vestigios de la historia)

brincadera en la Dehesa de Abajo

Antiguamente había tres blincaderas en la herrén de la plaza, y otras dos en los toriles, como se puede ver en las fotos siguientes. En la de la izquierda se ven dos de las tres brincaderas de la herrén, estando esa tapia donde hoy está el bar la Plaza y la casa a la derecha del mismo. En la foto de la derecha se ve a una persona sentada en uno de los escalones y apoyando un pie en otro, siendo esta brincadera la que había en la tapia de los toriles ya desaparecidos y que estaban donde están hoy las oficinas municipales de desarrollo local.

en la herren de la plaza antiguas en los toriles

Quedan pocas de estas obras que suponen un curioso procedimiento para no tener que saltar las tapias de los prados, pero aún quedan algunos sitios donde se pueden ver, y para muestra, las dos fotos a continuación dan testimonio de estas cosas hechas por los que años ha tenían forzosamente que saltar las tapias para atajar al ir de una parte a otra. En la de la izquierda se ve una brincadera en la tapia de la Cerca de la Jara, tapia de separación con un prado cercano a los Linarejos llamado prado Viñuelas, también conocido como Sietepilas, en una zona en la que hacía límite con la calle del antiguo camino a Alpedrete, (hoy día parte de esa calle está incorporada a dicho prado), y en la de la derecha, la que hay junto al actual camino a Alpedrete, en los límites del pueblo con Collado Villalba.

en la Cerca de la Jara otra en dicha Cerca

En las siguientes fotos se ve a la izquierda la brincadera de tres escalones que hay en la Cerca de la Mata, en la tapia que la separa de los Linares y que está bastante oculta por matas y ramas de árboles, y en la foto de la derecha se ve la que queda en la Cerca de la Nava y que solamente se puede ver por la parte interna de dicha Cerca, ya que por la cara que da al exterior se haya tapada por materiales de derribo como relleno, y se encuentra junto a la gasolinera BP, cerca del supermercado Mercadona.

en la Cerca de la Mata en la Cerca de la Nava

Las dos fotos siguientes muestran la brincadera que hay en la tapia del prado que se encuentra junto al arroyo Matalibrillos, cerca del camino de Peña la Fragua, donde está la lancha de granito con la inscripción recordatorio de Antonio Duque, ahogado en ese arroyo en 1834, tema que está descrito un poco más arriba en esta sección de curiosidades. Como se puede ver, esta brincadera es de dos peldaños y en la primera foto se ven los escalones por el lado que está pegado al arroyo y en la otra, la del otro lado de la tapia.

otra otra más

En las fotos que vienen a continuación se puede ver la antigua blincadera que queda en la tapia de la Dehesa de Abajo, en la de la izquierda la vista es desde un lado y en la de la derecha, la vista es desde arriba de la tapia.

vista vista desde arriba

En la siguiente foto, aunque no está con buena definición, se aprecian las tres blincaderas que había en la tapia de la herrén de la plaza, y se ven los escalones con nieve.

en la herrén de la plaza



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© 2006 - Antonio López Hurtado