La telefonía en Moralzarzal

Esta breve historia pretende recordar los principios de lo que fue la telefonía en nuestro pueblo, y vistos los documentos encontrados en el archivo municipal, vamos a intentar dar cuerpo a este tema.

En un acta de la sesión ordinaria celebrada en el Ayuntamiento el día seis de agosto de 1910 presidida por el Sr. Alcalde D. Pablo González Sanz y con la asistencia de los concejales, los señores Vicente Morales Rubio, Fermín Segovia Balandín, Baldomero González Sepúlveda, Celestino Sepúlveda González y estando presente el Secretario D. Maximino Sánchez Oñoro, previa lectura del acta de la sesión anterior, que fue aprobada, pasaron a discutir otros temas como la introducción de ganado mayor en la dehesa boyal de los Linares y el cobro de una peseta con cincuenta céntimos por res, aprobación de las cuentas municipales, la celebración de un festejo estival organizado por la Colonia veraniega y varios vecinos, descubiertos de vecinos a los que se les notificará mediante certificaciones, y el punto de interés para nuestro tema sobre telefonía, en el que se puede ver en el acta : Dada cuenta de que concedido el teléfono a este pueblo la Dirección de Correos y Telégrafos piensa instalar el teléfono en esta villa, se acordó que se proporcionen los postes necesarios para la instalación desde la fuente de la Salud que ha de enlazar con la línea general y que se instale por ahora la estación en la casa del Secretario del Ayuntamiento Don Maximino Sánchez como sitio de que se dispone hoy para el buen servicio de telefonemas, encargándose el mismo del servicio.

Ese festejo estival se celebró el día 15 de agosto de ese año de 1910, y en los carteles se ve el programa con siete apartados, que son el primero GRAN DIANA a las seis de la mañana, el segundo MISA SOLEMNE a las diez que oficiará el párroco D. Remigio Muñoz y Coello seguida de procesión, a continuación JUEGO DE AGUAS en la fuente pública, el cuarto CARRERAS EN SACOS a las tres de la tarde en la plaza, el quinto CARRERAS DE CINTAS en bicicleta, el sexto CUCAÑAS y por último LIDIA Y MUERTE DE UN TORETE a las cinco de la tarde, al que estoqueará en novillero Manuel Lagarto apodado PATOLAS.
Terminó ese festival a las nueve de la noche con fuegos artificiales y baile en la plaza, viéndose con esto dicho que este pueblo era muy dado a celebrar fiestas y siempre con el toreo de algún novillo, y contagiaba a los veraneantes, pero sigamos con nuestro tema de la telefonía en el pueblo.

Seguidamente se ve una línea telefónica con postes y crucetas con aisladores soportando los cables, que eran de cobre pelado, en un paisaje rural como era el de la línea general que viniendo desde Collado Villalba pasaba por la zona de la fuente de la Salud, muy próxima a la carretera M-608 que desde Villalba iba hasta la carretera N-1 pasando por el vecino pueblo de Cerceda, y se ponían los postes cerca de la carretera o camino, de manera que hubiera fácil acceso a la línea para realizar los trabajos de mantenimiento.



D. Maximino Sánchez Oñoro vivía en la calle del Cerrillo, primeramente con su esposa Ildefonsa Morato González, y cuando murió ésta en junio de 1900, se volvió a casar en abril de 1901, tomando como esposa a Petra Morales López y siguió viviendo en su casa de la calle del Cerrillo donde tuvo cuatro descendientes, tres varones y una hembra.

En la sesión celebrada por el Ayuntamiento en la Casa Consistorial el día 24 de mayo de 1913, en relación al teléfono se dijo : Así mismo quedó acordado que el Secretario del Ayunt.o, como competente para la formalización de la documentación correspondiente al teléfono y telégrafo municipal continúe encargado del mismo satisfaciéndose por el Ayunt.o los gastos inherentes a la conservación de la línea, reposición de aparatos, impresiones y asistencia.

Y hay más temas tratados en sesiones del Ayuntamiento, como en la del día seis de septiembre de 1914, en la que se trató lo relativo a una avería, y se lee : estando inutilizado el aparato del teléfono municipal y siendo de cuenta del Ayunt.o su reposición, se acordó para que este servicio no se interrumpa, que se adquiera un teléfono mural, Ericsson, con un receptor Loffel y llamada magnética de tres imanes, pagándose su importe de fondos municipales, y en la foto que sigue se muestra un aparato como el mencionado en el acta, en el que se distingue a la derecha la manivela para dar a la magneto y hacer llamada una vez descolgado el micrófono y auricular.



Pero hubo problemas administrativos relacionados con el uso de ese adelanto técnico que significó el teléfono, y en el archivo municipal se pueden ver documentos relativos a varias comunicaciones entre la Administración Central, a través de la Dirección General de Telégrafos, de la que dependía en un principio la telefonía, y el Ayuntamiento de nuestro pueblo.

A finales de 1912, la Alcaldía de Moralzarzal recibe una carta fechada el día 12 de diciembre, en la que se pide se remita inmediatamente el servicio, con los registros correspondientes, habido en los tres decenas del mes de noviembre pasado y en la primera de este mes de diciembre explicando el no haberlo remitido oportunamente como previene el artículo 832 en su segundo párrafo, y lo firma el jefe provincial Francisco Villa.
Siguieron intercambiándose cartas entre la Administración y la Alcaldía y tenemos una de fecha 18 de abril de 1913 dirigida por el jefe de Sección de la Dirección General de Correos y Telégrafos al Alcalde en la que expresa que persistiendo en el incumplimiento del artículo 823 (no pone 832) del Reglamento para el régimen y servicio interior del Cuerpo, lo que produce una perturbación en la marcha administrativa del Centro directivo, y que a pesar de las reiteradas gestiones realizadas por la Jefatura provincial y esta Dirección General, el Sr. Director general ha dispuesto la clausura provisional de la estación municipal telefónica establecida en nuestro pueblo.
Hay otra comunicación, por parte del jefe provincial del Cuerpo de Telégrafos, dirigida al Sr. Alcalde el día 19 de abril de 1913, en la que se expresa en los mismos términos que la enviada por el jefe de Sección del día 18 de abril indicada líneas anteriores, advirtiendo que de persistir en el incumplimiento del citado artículo del Reglamento será clausurada la estación telefónica, al no remitir "decenalmente" el servicio que se curse o al menos los registros haciendo constar "sin servicio" si no lo hubo, y dice que con esta fecha ordeno pase un empleado a esa a recoger el aparato que es de la Administración al cual espero le sea entregado como es de justicia, y la carta dirigida al Alcalde se muestra seguidamente.



Hay uotro documento que revela lo que comunica la Alcaldía al Sr. Director General de Correos y Telégrafos, fechada el día 23 de abril de 1913, diciéndole que en su nombre y en representación del Ayuntamiento de Moralzarzal expone respetuosamente que recibida su orden del 18 del actual declarando la clausura provisional de la estación de telefonía de esta villa, y le expresa que la causa de no haber remitido la documentación se debe exclusivamente a no haber encontrado los impresos adecuados a pesar de las gestiones hechas y de haber realizado algunos manuscritos, lo cual siempre da lugar a defectos, y con el fin de que no continuar en ese estado se ha mandado traer impresos de todos los modelos y se envía hoy mismo la documentación al jefe provincial, expresando que no volverá a ocurrir, en lo sucesivo, retraso ni entorpecimiento alguno en la remisión de documentación y despachos. Suplica, en vista de lo expuesto, que deje sin efecto la orden de clausura y rehabilite el servicio por ser un beneficio para el público, y se despide diciendo gracia que no dudo obtener de la recitud de V.S.I. cuya vida guarde Dios muchos años, Moralzarzal veintitres de abril de de mil novecientos trece.
Y de acuerdo a lo dicho, ese mismo día manda otro escrito al Sr. Jefe de Telégrafos de la Sección provincial de Madrid expresándose en parecidos términos y diciendo que el retraso en el envío de documentos se ha debido a no haber encontrado impresos de los distintos modelos y que lo mismo le ha manifestado al Sr. Director general, que en lo sucesivo no habrá retrasos en los envíos y le pide que se digne rehabilitar el teléfono municipal de este pueblo con la urgencia que le sea posible para no perjudicar el servicio público, firmándolo el 23 de abril de 1913 el alcalde que en esas fechas era Ángel Mazarías Berrocal.

Cuando empezó la telefonía en el pueblo, en un acta de la sesión habida en la Casa Consistorial el día ocho de julio de 1922, consta que se acordó que se pagara al Encargado del cuidado y arreglo de la línea del teléfono municipal, Don Agustin del Oso, la cantidad de cuatrocientas pesetas como gratificación por sus trabajos realizados en la conservación de dicha línea en los años económicos de 1920 a 1921 y 1921 a 1922.
El servicio telefónico en nuestro pueblo siguió en esta forma "rudimentaria" hasta 1925, y veamos que pasó en ese año.

En abril de 1924 se fundó la Compañía Telefónica Nacional de España y su sede central estaba en la calle Conde de Peñalver nº 5, viéndose en el membrete de la carta dirigida al Alcalde de nuestro pueblo por el Director General de esa empresa, se le comunica que una vez se ha concedido a dicha Compañía la labor de reformar y mejorar el servicio telefónico de España, se ha estudiado la situación de las estaciones municipales y se ha visto que esas son realmente estaciones telegráficas de servicio público, ya que están habilitadas solamente para la expedición de telegramas por teléfono, y la comunicación telefónica propiamente dicha solo se efectúa entre estaciones telegráficas, y entonces propone dos opciones, una la de continuar como hasta el presente, es decir, realizando únicamente el servicio de telegramas suprimiendo las conferencias, y la otra es pasar la línea a los cuadros telefónicos de la Compañía, considerada como una estación de telefonía de la misma, obligándose entonces la Compañía a la conservación y reparación de las líneas y aparatos. Antes, la línea era propiedad del municipio, de ahí que se dijera en la sesión celebrada el día seis de agosto de 1910, según se ve en el acta, que se proporcionen los postes necesarios para enlazar en la fuente de la Salud con la línea general, y que el servicio era de telefonemas, es decir, de mensajes por teléfono.
Continúa la carta donde se dice que la Compañía se hará cargo de la instalación del teléfono y de la cantidad que se dará a la persona que se encargue de atenderlo, y también lo que percibirá por cada telefonema recibido, es decir que se mantiene el curso de telegramas a través de la línea telefónica, como se hacía, y además se podrán mantener conferencias telefónicas, y se muestra seguidamente el final, que corresponde a la segunda hoja del mensaje, donde se ve la firma del Director general.



El Director general que firma es Javier Martí-Codolar y Pascual, que fue el presidente de la Compañía Peninsular de Teléfonos, la cual se fusionó con la CTNE en octubre de 1924.

Con fecha 15 de enero de 1925 se ve un escrito del Secretario del Ayuntamiento de Moral, Ramón Gómez de la Fuente, en el que se dice que certifica que en el libro de actas del Ayuntamiento consta el acuerdo tomado el día 11 de enero de 1925 por el que se dió cuenta, por parte del Presidente, de la circular recibida del Director General de la Compañía Telefónica Nacional de España en la que se proponen las dos soluciones dichas anteriormente, continuar como servicio de telegramas o pasar la línea a los cuadros telefónicos de la Compañía, obligándose esta a la conservación y reparación de líneas y aparatos y sufragando los gastos de local y empleado, quedando los ingresos a su favor, lo cual permitirá a esta población la expedición de telefonemas y además realizar conferencias telefónicas con toda la Compañía. El Ayuntamiento deliberó y acordó que la segunda opción era más beneficiosa para el vecindario y más económica para el municipio, por lo que debería pasar la línea municipal a formar parte de la red general de la Compañía comunicando este acuerdo a su Director General. El acuerdo fue tomado por los ocho concejales que componían el Ayuntamiento. Finalmente consta lo que dice el Secretario : Y para que conste y obre los efectos oportunos, extiendo la presente que firmo visada y sellada por esta Alcaldía en Moralzarzal a quince de enero de mil novecientos veinticinco. Aparece el visto bueno del alcalde, Juan Martín Lázaro, con su firma y la del secretario Ramón Gómez.

Existe entre la documentación un acta de la aceptación de la línea y el aparato, fechada el 18 de febrero de 1925 y se muestra seguidamenta parte de ella.



El acta está firmada por parte del Ayuntamiento por el alcalde Juan Martín y por parte de la Compañía por el representante de esta que se dice en el acta, Demetrio Mestre Fernández. Y también existe un documento que dice Inventario de los efectos pertenecientes a la estación municipal de Moralzarzal en el acto de entrega y aceptación de dicha estación telefónica por el Ayuntamiento de dicha localidad a la Compañía Telefónica Nacional de España. Y como detalle pone : quinientos metros de línea de hierro de dos milímetros, y un aparato Edison. Lo firman a 18 de febrero de 1925, el alcalde Juan Martín, el representante de la Compañía Demetrio Mestre y los testigos que constan en el acta, Felipe García de Frutos y Santiago Estévez Morales.

El Ayuntamiento de nuestro pueblo formalizó un contrato con la Compañía Telefónica Nacional de España en el mes de diciembre de 1931, por el que se se hizo abonado y dicha Compañía le prestaría el servicio telefónico, pagando para ello una única cantidad de veintidos pesetas por los derechos de instalación, y una cuota mensual por servicio urbano. Además se compromete el Ayuntamiento a conservar, como depositario, el material telefónico que se instale en su domicilio y se hace responsable de los desperfectos causados en dicho material por motivos ajenos al uso correcto del mismo, así como a una tarifa de trece pesetas con cincuenta céntimos por el servicio urbano que corresponde a centros oficiales con entre uno y cien abonados. Consta en el contrato que el nombre y dirección del abonado figurará en la Guía como Ayuntamiento, plaza de la Constitución 1.
Y lo firma, como abonado, el alcalde Antonio Morales López y por parte de la Telefónica, Herminio Castillo, viéndose la fecha 20 de diciembre de 1931 así como el sello del la Alcaldía republicana de Moralzarzal, como se muestra a continuación.



Al terminar la guerra de 1936, era responsable de la central telefónica Salvador Sanz González que junto con su esposa Isabel Morales López llevaban el servicio, y estuvo donde se encontraba el almacén llamado el Arca de Noé, en la plaza de la Fragua.

Posteriormente la centralita telefónica se instaló en la calle de José Antonio nº 5, donde vivía la familia compuesta por Pablo del Valle Martín y su esposa Amelia Moya Panadero con su hijo Juan, y allí nació su hija Mª del Pilar, y era la madre, Amelia, la encargada de la centralita.
Esta familia vivió durante la guerra en la plaza de la Fragua, que es donde nació Juan en 1938, y luego se trasladó a la casa de la avenida de José Antonio dicho aquí arriba, casa que era de Isabel López Antuñano. Amelia hizo un examen para entrar en telefónica y poder llevar la centralita, y este examen lo realizó en el pueblo madrileño de Villamanta debido a que Pablo y Amelia se trasladaron allí puesto que Pablo tenía negocio de cabras y tuvo que desplazarse por exigencias de su trabajo.
La hija Pilar nació en la casa de la centralita en el año 1948 y ya estaba su madre desempeñando ese trabajo hasta que se fueron a Madrid en 1953, y entonces su parienta Pilar Sánchez González fue la que llevó la centralita durante poco más de un año, siendo la abuela de Pilar hermana de la abuela de Pablo, de ahí el parentesco, pero estuvo pocos años regentando la central.

Al entrar en la casa que servía de centralita, había a la derecha un locutorio de madera y cristal desde el que la gente hablaba con el número que solicitaba, y en la habitación donde se encontraba la celadora estaba ésta con la central telefónica de clavijas, y había una ventanilla por la que atendía a los clientes, y cuando alguna persona pedía comunicar con un número de fuera del pueblo, dicha operadora daba hora al cliente para poder establecer la conexión para comunicarse y que fuera a hablar por teléfono.

Posteriormente la centralita telefónica de la avenida de José Antonio nº 5, luego Avenida de la Salud, la llevó la familia de Primitivo Bermejo Esteban en 1955. Su hija Consuelo Bermejo Bernardos continuó hasta que dejó el oficio de celadora el 15 de mayo de 1973, y la centralita fue cambiando al ir aumentando el número de abonados hasta alcanzar una que podía comunicar con 700 líneas de abonados, estando trabajando con ella dos ayudantas para atender el servicio. Una vez que dejó ese oficio, la central telefónica estuvo en la calle Covadonga nº 5, siendo la esposa de Pablo de Antonio la encargada del servicio, Alfonsa Martínez Morales.
Las centralitas eran manuales y a base de clavijas que se insertaban en los contactos de manera que el cable conectaba la línea de entrada, por la que "venía" la llamada, y la línea de salida que llevaba la comunicación hasta el aparato de abonado que correspondía con el número solicitado.

A continuación se muestra una centralita de pocas líneas correspondiente a esas fechas.

centralita antigua

Y esta es otro grano de arena aportado por el creador de esta web para dar a conocer las cosas que hay y, en este tema concreto, que hubo en nuestro pueblo, la telefonía.

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